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Mostrando entradas de noviembre, 2009

El truquito y la maroma. Cocaína, traquetos y pistolocos en Nueva York.

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J uan Cajas, antropólogo de la Universidad del Cauca y que trabaja en México, presentó en Popayán su libro "El truquito y la maroma. Cocaína, traquetos y pistolocos en Nueva York”  editado en ese país y ganador del Premio Fray Bernardino de Sahagún del INAH .  Existe también una edición disponible de la Editorial de la Universidad del Cauca, de 2009. Carátula del libro de la Editorial Universidad del Cauca En la introducción, Juan Cajas dice sobre su libro : "Estas páginas son la historia de un viaje, la memoria de una expedición antropológica al interior de Nueva York, la moderna capital del siglo XX, el faro mítico en la cartografía imaginaria de los inmigrantes colombianos que le 'ganaron a la vida': puerto utópico del sudamerican dream ". Juan Cajas La política desastrosa que ha llevado Estados Unidos con el tema de las drogas, el narcotráfico, las fumigaciones con Glifosato y la violencia que conllevan, pero esta vez en la ciudad de Nueva York,

El único suplemento de La Rueda fue dedicado a Miguel Hernández.

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El poeta (De rodillas) con otros milicianos, 1937 Mario Delgado M uchos de los integrantes de La Rueda escucharon por primera vez los poemas de Miguel Hernández en las canciones de Joan Manuel Serrat. Y de contera sobre la guerra civil española pues el poeta murió a los 32 años en Alicante, en una de las cárceles del régimen franquista, donde la muerte acechaba y la desesperación colmaba el más mínimo instante. Pero tuvo el tiempo suficiente para enamorarse de las palabras. Y dejar sus poemarios para que décadas después los difundiera Joan Manuel Serrat en un disco inolvidable. De esta manera muchas de las tertulias y noches embriagadas de La Rueda transcurrieron con "Llegó con tres heridas", "Para la libertad", o "Menos tu vientre". Los poemas de Miguel Hernández se tornaron en una metáfora de lo que queríamos gritar en tiempos del estatuto de seguridad del entonces presidente Turbay, algo semejante a la seguridad democrática que se ventila cotidi

Un relato de Rubén Darío Guerrero en La Rueda 3

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DEVASTACIÓN Si la tierra tiembla yo me voy de aquí... (Canción popular) R ecostado se encontraba como todas las noches pisando el andén del establecimiento en donde podía permanecer ajeno al caer del tiempo largo de la espera. El mar que hacía poco tiempo se había levantado en pequeñas crestas enfurecidas de esas que preceden sus besos a las playas, se empezaba a calmar. Olas pequeñas descomponían las lejanas figuras de las estrellas en mil formas luminosas y danzantes. La luna, a lo lejos jugaba con el mar confundiéndose en un pozo de luz y el zumbido de los peces voladores se escuchaba entre el rumor de las olas precediendo a las repentinas zambullidas. El se encontraba muy bien así escuchando además el entrechocar de las bolas que iban y venía sobre la tersa superficie de las verdes mesas, las voces de los que apostaban sus billetes a las cartas, o las de los que como él, simplemente mataban recostados a las barandas las horas de la calurosa noche, minuto a mi