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Mostrando entradas de septiembre, 2012

El pecado de ser original. Una semblanza de Simón Rodríguez

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Una semblanza de Simón Rodríguez Eduardo Galeano       E n América Latina, las esta­tuas que faltan son casi tantas como las estatuas que sobran. Una de las que faltan, o por lo menos escasean, es la de don Simón Rodríguez , llamado “El loco”. Este personaje de la primera mitad del siglo X1X parece de la semana pasada. Por ser digno de tanta memoria, ha sido condenado al olvido el hombre que cometió el imperdonable pecado de ser ori­ginal. “Usted, maestro mío, me enseñó la libertad. Usted ha formado mi co­razón para lo grande y lo hermoso”, le escribió el otro Simón, Simón Bolívar. A fines del siglo XVIII, los dos Simones cabalgaban por la llanura venezolana. Antes de dormir bajo los árboles, don Simón tomaba la lección al jo­ven Bolívar. En 1797, en el puer­to de La Guayra, Bolívar  despidió a su maestro, que se marchó, disfrazado y con otro nombre, al exi­lio en Europa. La primera conjura por la independencia había fracasado y los amigos de don Simón se ba­lanceaban

Un video de Diana Paola Valenzuela

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D iana Paola Valenzuela es una de las intrépidas amigas que pasaron por Popayán donde llegó a estudiar Derecho a principios de la década del 2000... conoció y rodó por muchos de los lugares y gustos de los antiguos integrantes de la Rueda. Fué una de las voces femeninas del colectivo de Goce Cubano, el programa radial que ya lleva más de diez años en la radio de la Universidad del Cauca.  Ahora vive entre Neiva y Bogotá; con el grupo que trabaja ha llevado a cabo un video sobre los campesinos del desierto de Tatacoa, en el centro del Huila. Alcaldía de Villavieja, Huila Desierto de la Tatacoa, Huila   http://www.youtube.com/ watch?v=Fsc-3LEPKsg

Fray Agustín de la Coruña

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Fray Agustín de la Coruña Gonzalo Buenahora Agencia de noticias Vieja Clío . Popayán, 1583    “ A cogerse a sagrado” era un recurso que en el pasado tenían los perseguidos y maleantes que se introducían en lugares sacros para evitar ser detenidos por la justicia. El fuero eclesiástico prohíbe a las milicias y a las santas hermandades penetrar por la fuerza en templos e iglesias, que constituyen refugio de personajes de pelaje y comportamiento irregulares. Hay tres motivos que justifican el asilo en las iglesias: la clemencia para con quien requiere protección, la enmienda de los delincuentes por medio de penitencias públicas y la reverencia debida a los templos.  Agustín de Hipona los expuso, así como San Isidoro de Sevilla. En el año 397 A.D. el emperador Arcadio reconoció su existencia. Por su parte Justiniano dictaminó en su  Código que el asilo debía proteger a los oprimidos, mas no a los delincuentes. Así, no siempre se respeta el retraimien

Expreso Suroriente: aparece el número 13

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Ernesto Cardenal E n esta edición Jaime Cárdenas publica temas como el humor en el periodismo colombiano, un humor en serio en un país en guerra y con grandes ansias de paz; se rescatan poetas como el peruano Javier Heraud , muerto tempranamente en la década de los 60´s y y poemas de Ernesto Cardenal , cura nicaragüense, cristiano auténtico quien recientemente ha ganado el premio de poesía Reina Sofía de España; se escribe sobre los derechos de los animales y su invisibilidad en la legislación colombiana.  Josefina Cano desde New York nos ilustra con un artículo que ilustra sobre el problema y la diseminación del Dengue, enfermedad trasmitida por vectores, y su control biológico. Nuevamente el esfuerzo editorial imbatible desde Mocoa, Putumayo, del profesor Jaime Cárdenas.

Reencuentro en torno al pintor Augusto Rivera

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U n reencuentro con varios personajes que vivieron la época de La Rueda tuvo lugar ayer en el prolongado verano de Popayán. La editorial Universidad del Cauca publicó un libro sobre el pintor caucano Augusto Rivera quien ilustró el número tres de la revista de La Rueda , quizá el ejemplar más logrado desde el punto de vista gráfico. Este fue el marco para que se retejieran las remembranzas de esa época de activismo y de ilusiones culturales, en los finales de los 70´s y tempranos 80´s. Augusto Rivera (1922-1982) La presentación plena de recuerdos la hicieron su hija Martha Lucía y su amigo, el arquitecto Alvaro Thomas. Renzo Fajardo, que ilustró Voces Intermitentes, el primer librito de poesía, preámulo de las actividades culturales del grupo, Hugo Cuéllar, Cristóbal Gnecco, el editor del libro, Ricardo Paz-Tololón-, Gonzalo Buenahora se dejaron caer por el Auditorio del Banco de la República, en el centro de Popayán. Augusto Rivera empleaba un trazo ágil y frenético en sus