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Mostrando entradas de septiembre, 2013

25 septiembre 2013, el libro de la Rueda ya está impreso

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Mario Delgado F inalmente el libro sobre La Rueda fue impreso y se distribuye en Popayán; termina un esfuerzo iniciado casi hace 5 años atrás . Sin embargo, debemos con Oscar Sakanamboy y Gonzalo Buenahora, los otros editores, decidir sobre su distribución y lanzamiento . Cuenta con dos prólogos, uno mío y otro basado en la remembranza que Carlos Fajardo hizo del grupo el pasado abril en el auditorio del Banco de la República. Las siete revistas que se publicaron en Popayán entre 1979 y 1985 conforman el cuerpo del libro. Luego se publican tres relatos de los tiempos de la Rueda y una selección de los poemas en la página literaria de El Liberal que dirigía Germán Mendoza. El epílogo corrió a cargo de Gonzalo. Portada del libro de La Rueda La portada es una ilustración de María Stella Perafán hecha para La Rueda 4 y que ella gentilmente accedió a que hiciera parte de este libro. La diagramación la llevó a cabo con gran paciencia Jairo Troppa, de Temuco, Chile quien ta

En la crudeza de la tierra caliente: Álvaro Mutis

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"Cala tu miseria, / sondéala, conoce sus más recónditas cavernas. /Aceita los engranajes de tu miseria, / ponla en tu camino, ábrete paso con ella / y en cada puerta golpea / con los blandos cartílagos de tu miseria. Cultiva tu miseria, / hazla perdurable, aliméntate de su savia, / envuélvete en el manto tejido con sus más secretos hilos"/ "No mezcles tu miseria con los asuntos del día". Álvaro Mutis Darío Jaramillo El Pais, España, 24 septiembre 2013 E l trópico no es solo exuberancia. También es humedad, lento deshacerse, podredumbre. Detrás de aquél verdor de postal, muy lentamente, los árboles se entregan a una muerte parsimoniosa e inexorable que les vendrá con los años pero que desde siempre está allí, fatal, invisible, disfrazada de un esplendor que disimula la decadencia y un horror que se impone como ley sin necesidad de manifestarse explícitamente a los sentidos. Allí, entre la lluvia, también el destino de los hombre se debate entre un pasado que

Un poema de Seamus Heaney

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Desde la frontera de la escritura Seamus Heaney (1939-2013) La tensión y el vacío alrededor de aquel espacio cuando el coche para en la carretera, las tropas inspeccionan el modelo y la matrícula y, mientras uno de ellos inclina la cabeza hacia la ventana, te percatas de que hay más apostados en una colina, más adelante, que te apuntan atentos detrás de fusiles mecidos que te controlan y todo es pura interrogación hasta que un rifle te hace una señal y avanzas con aceleración despreocupada, vigilada un poco más vacío, un poco agotado como sucede siempre con este estremecimiento del yo, sojuzgado, sí, y obediente. Y continúas conduciendo hasta la frontera de la escritura donde todo vuelve a suceder. Los fusiles en los trípodes; el sargento con la radio portátil repitiendo tus señas, a la espera del grito de autorización; el francotirador que se entrega contigo lanzándose sobre ti desde el sol, como un halcón. Y de repente ya has cru

Presentación en la solapa del libro de la Rueda

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Este breve texto lo ha escrito Oscar Sakanamboy para la solapa del libro de La Rueda que se está imprimiendo en Pasto y que estará listo a finales de septiembre de 2013. Resume con gran acierto el aquelarre juvenil de esos tiempos. U n grupo de jóvenes, la mayoría universitarios, suscribía a manera de Manifiesto a finales de la agitada década del 70 del siglo XX, en el Centro Histórico de Popayán, el siguiente texto: ” No somos/ los libertadores del mundo/ encaramados en caballos galopantes,/ no tenemos toda la verdad/ encerrada en nuestras voces,/ no somos los únicos/ que podemos usar el verbo y la palabra,/ no encontramos muchas veces/ la esencia de las cosas porque se nos queda algo en ellas…/ no somos los mejores/ ni más queridos ejemplares de la especie/ y no permitiremos que nos juzguen/ quienes no nos oyen…”   Tal era el talante de los miembros del llamado Grupo Literario La Rueda .  Su verdadero aporte a la cultura de la época está por definirse. En el aquel

Poemas de guerra de Antonio Machado

A Lister , jefe de los ejércitos del Ebro Tu carta -oh noble corazón en vela, español indomable, puño fuerte-, tu carta heroíco Lister, me consuela de esta que pesa en mi carne de muerte. Fragores en tu carta me han llegado de lucha santa sobre el campo íbero; también mi corazón ha despertado entre olores de pólvora y romero. Donde anuncia marina caracola que llega el Ebro, y en la peña fría donde brota esa rúbrica española, de monte a mar, esta palabra mía: "Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría". El Crimen Se le vió, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con las estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: !Ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas-. ...Que fué en Granada el crimen sabed -!Pobre Granada! en su Granada...