Dos poemas de guerra. Antonio Machado
A Lister Jefe de los ejércitos del Ebro T u carta -oh noble corazón en vela, español indomable, puño fuerte-, tu carta heroico Lister, me consuela de esta que pesa en mi carne de muerte. Fragores en tu carta me han llegado de lucha santa sobre el campo íbero; también mi corazón ha despertado entre olores de pólvora y romero. Donde anuncia marina caracola que llega el Ebro, y en la peña fría donde brota esa rúbrica española, de monte a mar, esta palabra mía: "Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría". El Crimen S e le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con las estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: !Ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas-. …Que fue en Granada el crimen sabed -!Pobre Granada! en su Granada...