Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cristóbal Gnecco

La Rueda en PopayánCiudadLibro 2022

Imagen
Mario Delgado Noguera L a Rueda ha vuelto a estar en las conversaciones y en la vida cultural de Popayán. A raíz de la invitación que nos ha hecho el director de la feria del libro de Popayán, Diego Roman Konrad, en su versión 2022, a un conservatorio en el marco de la feria, algunos de los integrantes del legendario grupo cultural de finales de los 70 e inicios de los 80, retornamos a recordar la música, los libros, las fotos, las anécdotas, los vuelos poéticos, las vivencias de esa época que marcó nuestra vidas y nuestros sentires. Este es el enlace del conversatorio en PopayánCiudadLibro2022 . Para el conservatorio me he propuesto recordar la  Página Literaria del diario El Liberal , un entusiasta y parece que irrepetible proyecto del Mono Mendoza en el medio payanés. Me he asombrado de sus conocimientos de crítica del cine para su caso, un excepcional joven amante del cine. Crónica de la Pagina Literaria de El Liberal, 2 noviembre 2022   Ricardo León Paz, Tololón, ha hecho un prog

Queremos tanto a Hilda. Un recuerdo de Oscar Sacanamboy de los tiempos de La Rueda

Imagen
QUEREMOS TANTO A HILDA. LOS AMORES EN LOS TIEMPOS DE LA RUEDA Oscar Sakanamboy S í, es ella, Hilda: la bella y enigmática poetisa de los años de La Rueda. ¿Qué será de su vida? La recuerdo en las reuniones del grupo, leyendo sus poemas cortos y sus cuentos intimistas. Recuerdo también su risa, su acento, su caminar cadencioso y seductor. Ella en sí, respiraba poesía. Era la diosa, la encarnación misma del poema. Había en el taller otras mujeres. Igual de jóvenes y atractivas; algunas tenían dueño. Pero sólo tenía ojos para ella. Sentía un placer infinito al sentarme en un banco, lo más cerca posible para observarla detenidamente, sentir su respiración, su aliento, sus miradas furtivas. La veía lejana e inalcanzable, y eso me producía un profundo desgarramiento interior. Cuando ella llegaba a las tertulias en la Casa de la Cultura, una grande y espaciosa casona colonial, frente al Teatro Municipal, que fungía en esa época como sede del grupo; la veía llegar sola, e

La Rueda: ¿El real visceralismo en Popayán?

Imagen
E stoy en la búsqueda detectivesca de esos recuerdos para armar y desarmar este blog. Mario Delgado P ermanezco en Barcelona en los eternos trámites para poder hacer el depósito de la tesis en la Universidad Autónoma. Y claro, caen los inesperados libros a hacerme compañía en medio de las aviesas confabulaciones burocráticas para evitar que un latino se marche bien marchado de Europa. En el diciembre pasado me entusiasmé con "El Río" de Wade Davis y sigo entusiasmado con vencer la ignorancia que tenemos los colombianos de nuestra Amazonía. Se sabe que se esta haciendo un documental sobre los viajes de RE Schultes por el Río Apaporis. Pero ahora, donde estoy llegado, en la Ronda Mitre cerca de Lesseps en el barrio el Puxet, mi provisional casero tiene inundado su apartamento de libros, cosa no rara en Barcelona; le gusta la novela histórica pero en uno de los rincones más oscuros del piso, en el fondo de un largo pasillo, hay un estante con novelas y allí estaban esper

Popayán, marzo 4 de 1985: Una carta de Germán Mendoza

Imagen
Una carta de Germán Mendoza A loha, Mario: Tal como lo prevees en la carta última a Martha Sofía, todos nos quedamos boquiabiertos con tu matrimonio, al igual que semanas más tarde nos quedamos con el de Tololón y la Vallejo. Ojalá pudieras pegarte una rodadita por esta ciudad sin tiempo donde aún quedamos sobreviviendo unos pocos atareados con noches interminables de aguardiente. Aunque todo parezca muerto, polvoriento,o lleno de barro, lo cierto es que todavía sobrevive ese espíritu de empezar de nuevo, esperanzados en quién sabe qué. Sacamos de nuevo La Rueda (te mando un ejemplar), continuamos escribiendo algunos amparados por la nostalgia de querer empezar a mover los hilos de una nueva tragedia imaginaria, y de sentirnos como dioses, manejando destinos inexistentes, ya que los reales no podemos manejarlos a nuestro antojo. Ultimamente me he estado viendo de nuevo con Cristina, recordando antiguas primaveras; pienso en otra trampa del destino. Ahora e

La poesía en el grupo de La Rueda, ensayo de Carlos Fajardo

Imagen
CARLOS FAJARDO FAJARDO A migas y amigos, he leído con mucho interés las últimas crónicas sobre el ya legendario y recordado Grupo La Rueda , el cual creamos en los tiempos de rebeldía histórica, poética y metafísica en la ciudad blanca de Popayán. Aplaudo con alegría el entusiasmo de tal empresa. Sin embargo, veo con preocupación que en ninguna de las remembranzas escritas por Mario Delgado y Gonzalo Buenahora Durán se nombre a los principales artífices de la poesía que se escribía en el grupo, ni a los tres libros que ejemplifican algo así como la síntesis de las vivencias y exploraciones poéticas de nuestra generación en Popayán. Hablo aquí de los libros Asesinato y otros poemas (1982), de Rubén Darío Guerrero, Días Difíciles (1981) de Oscar Sacanamboy, y Origen de silencios (1981) de Carlos Fajardo Fajardo.   Carlos Fajardo Más allá de realizar un inventario de los contextos socio-culturales e históricos que envolvieron al grupo, lo cual en buena medida ha sido adel

La Revista La Rueda por Gonzalo Buenahora

Imagen
Gonzalo Buenahora Durán ¿ L a Rueda? ¿Me pregunta Ud. por ¿La Rueda? En primer término no sé por qué se llamó La Rueda. Imagino que porque todo se repite, o porque la figura sigue los trazos de la sutil y poderosa mente de Dios, pero no tengo ni idea de quién lo hizo ni qué razón tuvo. En segundo término, y es sabido de todos, la revista fue un sugestivo y encantador pretexto para haraganear. En tercero, dio rienda suelta a ciertos espíritus inquietos y reprimidos que ostentaban y ostentan aun hoy en día el dudoso honor de poseer el don de la lucidez. Porque como lo sabe cualquiera, más que todo Alvaro Mutis o Kafka, ser lúcido es una verdadera desgracia. Cristóbal Gnecco en un escrito cuenta todo lo que sucedió, pero yo quiero recalcar algunas vainas. Estaba yo por entonces casado con una mujer maravillosa, pero me aburría verla tejer (las mujere s a veces tejen) día a día una gruesa red. Necesitaba lo que se llama una “válvula de escape”. Un día cayó en mis manos un ej

El grupo de la Rueda y sus actividades culturales en Popayán

Imagen
Mario Delgado Felipe García ha pedido a Gonzalo y a mí que hagamos sendos testimonios de La Rueda. Aquí va el mío. Generación Así era en las endiabladas noches del asombro: luchaba por obtener el pasaporte del sueño Adelante, la compañía de embriagadores y su adorada música de sándalo: el escanciador de soledades en medio, toda la tropa de rapsodas: los ungidos por la vanidad de las palabras, los destronados los invictos en retaguardia, la compañía dejada en el camino, el enlace posible de otros días y más atrás aún, el quieto uniforme de visita, el adormilado ladrón de cafetines, el abandonado Cristóbal Gnecco en La Rueda 5 L a arquitectura colonial y blanca del centro de Popayán, con sus plazuelas y parques, fue el lugar propicio para que un grupo de jóvenes, la mayoría estudiantes de la universidad del Cauca, conformaran un movimiento cultural que llamaron La Rueda.  Eran una curiosa amalgama de hombres y mujeres en sus veintes, pr