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Evocación del maestro Estanislao Zuleta

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Rafael Albán Rafael Albán fue invitado a la presentación de la conferencia de William Ospina sobre el filósofo Estanislao Zuleta (1935-1990) que tomó lugar en el paraninfo de la Universidad del Cauca. Esta fue su intervención.  Cuando Fernando Dorado llamó para avisarme que el Rector había autorizado la presentación de William Ospina sobre "La vigencia del Pensamiento de Estanislao Zuleta en la Colombia actual", mi primera reacción fue de gozo pues tendría la oportunidad de compartir otra vez las ideas, el recuerdo y la presencia del viejo maestro. Así que casi sin darme cuenta acepté emocionado ser el presentador de este encuentro. Dura y exigente responsabilidad. Al mismo tiempo pensé: ¿Cómo presentar a un educador cuyas enseñanzas marcaron profunda huella en mi formación moral e intelectual? Durante varios días estuve dándole vueltas al asunto: Busqué y consulté en Internet, releí algunos de los amados textos del maestro, recordé anécdotas de la universidad, y ante

Envío. Un poema de Rafael Albán publicado en La Rueda 7

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La Rueda 7, ilustrada por Rodrigo Valencia Quijano E NVÍO E nemigo de odas, elogios y epitafios, siempre entendí el poema como la encarnación del sufrimiento, la exaltación y el sueño; Mis primeros encuentros con el verso fueron como sucede de ordinario: mucha lánguida luna, mucho cándido amor, mucha clausura de colegio. La noche me enseñó a puñetazos que no se escribe el verso: se taladra Y es la vida la roca que se graba, y es la muerte la herida que se ensancha. Usted sabra excusar si lo importuno, si un viento de pesagio perturba su silencio. Mis pájaros oscuros se niegan a volar en cielo descubierto.  La Rueda 7, Febrero 1985

Un poema de Rafael Albán, publicado en la Rueda 3

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R onda nocturna de grillos y de ranas... Afuera, el lento silabear de la llovizna adentro; este dolor antiguo que no sana. He puesto las almohadas al lado de la puerta; insomne escucho tus pasos que no llegan. La lluvia que no amaina, dolores que no pasan. Ronda nocturna de angustias en el alma. Si el tiempo arrastra los deseos más allá del olvido… si la edad de las sonrisas quedó extraviada para siempre en un pozo sin fondo de rutinas… si el brillo obligatorio de monedas prohíbe el coqueto guiñar de las estrellas… si el sueño en fin no es sueño sino apenas descanso, es hora de volver, de acogerse al amoroso abrazo de la tierra.

Celebración en el Sotareño de la lectura de poesía de Carlos Fajardo en Popayán

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Felipe García, que alguna vez dijo que sería el editor del libro de La Rueda con Carlos Fajardo Aparecen entre otros en El Sotareño al lado de varias polas, Felipe García, Cristóbal Gnecco, Rafael Albán, Richi Muñoz, la mona Vicky y Carlos Fajardo. E l Sotareño y su dueño Agustín siempre han sido el refugio de los universitarios en Popayán. Su ambiente bohemio, la música que proviene de viejos y cuidados vinilos, el ambiente de camaradería y la comprensión de viejo cantinero de su dueño, son los ingredientes para una noche de bohemia o de encuentros inesperados como éste, de miembros de La Rueda celebrando la poesía del inagotable Carlos Fajardo .  En el sector histórico de Popayán, el lugar de Agustín Sarrias es una referencia clásica de la ciudad universitaria. Pueden acompañarse los tragos con tangos de arrabal, música de caribe, viejos boleros y aun baladas setenteras y las primeras canciones de Serrat. Fotografías y recuerdos penden de sus paredes y aunque e