Un poema de Rafael Albán, publicado en la Rueda 3



Ronda nocturna
de grillos y de ranas...
Afuera,
el lento silabear de la llovizna
adentro;
este dolor antiguo
que no sana.


He puesto las almohadas
al lado de la puerta;
insomne escucho
tus pasos que no llegan.


La lluvia que no amaina,
dolores que no pasan.
Ronda nocturna
de angustias en el alma.


Si el tiempo arrastra los deseos
más allá del olvido…
si la edad de las sonrisas
quedó extraviada para siempre
en un pozo sin fondo de rutinas…
si el brillo obligatorio de monedas
prohíbe el coqueto guiñar de las estrellas…
si el sueño en fin no es sueño
sino apenas descanso,
es hora de volver,
de acogerse
al amoroso abrazo de la tierra.

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