El poeta de L’Isle-sur-la-Sorgue
Carlos Fajardo Para Katy Ripplinger y Hebert Cruz en su provenzal Céreste “ T ierra en la que no duermo, espacio donde despierto, quién vendrá cuando vosotros ya no estéis? (en qué me convertiré tiene para mí un calor casi infinito)”. Estos versos de René Char me guiaron hasta su tierra natal, donde sabía que entendería algo de su misterioso abecedario poético, algo de su lúcida aparente oscuridad en medio de tanto abismo. Tierra de vigorosos y robustos platanes, cipreses, viñedos, con llanuras de tomillo y lavanda de donde extrajo su poesía lúcida y secreta, y donde lo escucho decir: “El espacioso rayo y el fuego del beso traerán paz a mi tumba que erigió la tormenta”. Rene Char Con estos versos de su hermoso poema “El árbol herido” una tarde de septiembre me he situado ante su sencilla tumba en el cementerio de L’Isle-sur-la-Sorgue, tratando de descifrar sus santos y señas, imágenes lanzadas como dardos por este sonoro alquimista. Tallados en piedra, al lado de su sepultura se...