Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como violencia

Sin novedad en el frente

Imagen
El actor Felix Kammerer en la película Sin Novedad en el frente (2022)   Sin novedad en el frente Felipe Solarte Nates. S obre el pegajoso barro sanguinolento camina un soldado, se detiene ante un cadáver, arranca su placa de identificación, revisa su chaqueta, la billetera con algún retrato de familia y empieza a quitarle las prendas militares. La dobla y suma al paquete obtenido de otros caídos en combate. Al final de su jornada, las comprime en fardos, que serán llevados a piscinas llenas de espumoso jabón donde mujeres les ablandarán el barro y la sangre antes de limpiarlas, secarlas, volverlas a arrumar para que en otro camión sean llevadas a un taller de modistería, dónde más mujeres pedalean en sus máquinas de coser para remendarlos y taparles los huecos por donde entraron y salieron las balas. Terminada esta labor de nuevo serán empacados con destino a los centros de reclutamiento, donde, a veces por descuido de las costureras, conservan el nombre de los muertos. Reclutas ent

Tierra en la lengua

Imagen
Mario Delgado Noguera L a violencia y su recuerdo perenne   esta latente pero asalta al espectador con esporádicas y crueles presentaciones. El ciclo de la vida y la muerte está omnipresente, resaltado por la naturaleza del trópico, esta vez en los Llanos orientales colombianos. La película transcurre en el Casanare, con sus llanuras sin límites y atardeceres prodigiosos que hacen regodear a la cámara que circunnavega el paisaje.  Hatos, morichales, garzas, ríos, arreboles oscuros y premonitorios en el cielo de los Llanos orientales. Jairo Salcedo, Gabriel Mejía, Alma Rodríguez, los actores. Al inicio de 'Tierra en la lengua', resuenan las palabras de la esposa muerta que relatan en un viejo video familiar, el maltrato por su marido. Sus cenizas son llevadas por sus nietos y su marido para ser enterradas o esparcidas, el camino de las cenizas señalan el zigzagueante guión de la cinta del boyacense (n.1980) Rubén Mendoza , que se ha presentado en la secció

La guerra a muerte (Una carta de Tomás Cipriano de Mosquera a su sobrino Julio Arboleda)

Imagen
Gonzalo Buenahora Agencia de Noticias Vieja Clío. Popayán, 1862. La guerra a muerte –como todos nuestros abonados lo saben y reconocen- ha franqueado rampante por innumerables páginas de nuestra historia. Por su puesto, se ejerció con generosidad durante la conquista. Y durante la última etapa de la así llamada Pax colonial (tal vez de las pocas vigencias temporales medio tranquilas), fue imposible no apelar a esa aterradora modalidad de guerra, sobre todo en lo que concernía y concierne al apaciguamiento de las periferias violentas como las tupidas selvas del Darién y los confines de Veragua, las provincias de Santa Marta (la nación de los Chimilas) y Rio de la Hacha (la nación de los Goajiros), los espesos bosques del Opón (la nación de los Yariguies), el país de los Motilones, y el extensísimo reino de los Andaquíes, donde indios virulentos ejercían a finales del siglo XVIII y ejercen todavía la brutalidad a discreción. Entre nuestros lectores es casi mítica la decl