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El plebiscito de 1988 y la crisis chilena

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Mario Delgado Publicado en las 2 Orillas , 5 noviembre de 2019. H ay que recordar que el cambio reciente partió de un plebiscito celebrado el 5 de octubre de 1988. Los chilenos tenían que elegir entre la permanencia de Pinochet en la presidencia por 8 años más, el sí, o por tener elecciones libres en el transcurso de un año, el no. Tal era la censura y la represión que por primera vez en varios años la oposición a la dictadura militar había tenido un espacio diario de quince minutos en la televisión nacional. En 1973, después del 11 de septiembre, cuando se bombardeó la Moneda, la sede del gobierno en el centro de Santiago, se instauró una dictadura de los militares conchabados con la plutocracia chilena. Los militares se habían levantado contra el gobierno del socialista Salvador Allende que había llegado al poder de una manera democrática. Volviendo al plebiscito, en la película del No , de Pablo Larraín, que narra la campaña publicitaria por esa opción protagonizada por

El plebiscito sacó la peor porquería de Colombia

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Por: La Pulla, El Espectador, 13 de octubre de 2016 E ste video es una necropsia a la soberbia del Gobierno en su campaña por el Sí en el pasado plebiscito y a las mentiras, campaña sucia e incitadora del miedo del No.  Ahora en Colombia estamos en la incertidumbre, no sabemos si la guerra sexagenaria continuará, si persistirán los acuerdos que vislumbraban un poco más de tolerancia política y equidad entre el campo y la ciudad.  Uribe y su política de guerra querrán la contrareforma agraria, ni hablar de impuestos a las tierras ociosas ni retirar los privilegios a los terratenientes; querrá la impunidad para sus huestes malditas, que cooptaron con violencia el Estado colombiano. El video de La Pulla, de El Espectador, muestra como la pasada contienda sacó a relucir la escasa preparación política de los colombianos, la facilidad de la manipulación mediática con falacias y mentiras repetidas sistemáticamente y la oportunidad perdida de estar ya trabaja

"Votaré por el No" (Cuento)

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Victoriano Lorenzo N o soy amanuense de nadie, y menos aún de quienes lideran la campaña por el NO a los Acuerdos de La Habana; no repito el sermón de quienes agitan el miedo al futuro como bandera; tampoco me pagan un solo peso por escribir este cuento. Lo hago porque veo que el porvenir de mi profesión y la supervivencia de mi familia están en peligro de desaparecer (el suicidio colectivo no dejará de ser una opción a contemplar), en particular, por ese punto tres del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera y que se denomina Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de Armas. Hoy, me encuentro, literalmente, en la ruina y mañana – de seguir como venimos – la calamidad será aún mayor por culpa de ese Acuerdo para construir la paz que inventaron y firmaron Santos y Timochenko el pasado 26 de septiembre en Cartagena. Sí, ellos con su cuentico de los acuerdos para la terminacio

No vote contra Sí mismo

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El Tiempo, 27 de septiembre de 2016 José Fernando Flórez Ruiz L as últimas encuestas sobre el plebiscito pronostican un triunfo holgado del ‘Sí’, inédito en la historia reciente de Colombia, que se ha caracterizado por márgenes estrechos de diferencia entre las alternativas electorales propuestas. Cabe preguntarse por qué cuando se les pregunta a los colombianos si quieren disminuir significativamente los niveles violencia en el país, todavía existe gente que dice ‘No’, es decir, personas que votarán contra sí mismas.A nadie le conviene que continúe la guerra en Colombia: en términos políticos, económicos, pero especialmente humanitarios, solo representa pérdidas para sus protagonistas.  Sin embargo, el fenómeno de las ‘pseudoidentidades políticas’ ilustra lo vacía de contenido que puede llegar a estar la democracia, como consecuencia de la irracionalidad tanto de la militancia partidista como del sentido del sufragio. Las ‘pseudoidentidades políticas’ son fabricadas por l