El único suplemento de La Rueda fue dedicado a Miguel Hernández.
El poeta (De rodillas) con otros milicianos, 1937 Mario Delgado M uchos de los integrantes de La Rueda escucharon por primera vez los poemas de Miguel Hernández en las canciones de Joan Manuel Serrat. Y de contera sobre la guerra civil española pues el poeta murió a los 32 años en Alicante, en una de las cárceles del régimen franquista, donde la muerte acechaba y la desesperación colmaba el más mínimo instante. Pero tuvo el tiempo suficiente para enamorarse de las palabras. Y dejar sus poemarios para que décadas después los difundiera Joan Manuel Serrat en un disco inolvidable. De esta manera muchas de las tertulias y noches embriagadas de La Rueda transcurrieron con "Llegó con tres heridas", "Para la libertad", o "Menos tu vientre". Los poemas de Miguel Hernández se tornaron en una metáfora de lo que queríamos gritar en tiempos del estatuto de seguridad del entonces presidente Turbay, algo semejante a la seguridad democrática que se ventila cotidi