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Mostrando las entradas etiquetadas como Hilda Restrepo

La Revista La Rueda.

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Tomado de Hipermnémesis, Bogotá, Moscú, Popayán, sin editar. Por Gonzalo Buenahora Durán. E n ese mismo período fue que sucedió que yo fuera conociendo a aquellos individuos que iban a ser mis amigos durante los próximos años en Popayán, y con los que poco a poco fuimos creando una sólida amistad que desembocó en variadas aventuras y en un taller literario que tuvo como consecuencia destacable haber publicado entre 1979 y 1985 siete números de una revista que pretendía agrupar a los poetas y cuentistas de la ciudad y que se llamó, no sé por qué razón, La Rueda .  El primero de esos individuos fue José María Serrano, bibliotecario de la universidad del Cauca, que había llegado de Santa Marta, con quien nos hicimos amigos con solo mirarnos y conversar una sola vez; José María padecía una enfermedad llamada esclerodermia, apodada por el vulgo “picoeloro” y que consiste en el degeneramiento y la desaparición del colágeno en el cuerpo. La persona se torna flaca, casi un esqueleto forrad...

La Página Literaria del diario El Liberal de Popayán, en los años ochenta

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  Mario Delgado Noguera E n los años 70 en Colombia, hubo un fuerte  movimiento estudiantil  en la mayoría de las universidades  que conmovía los gobiernos universitarios y cuestionaba el papel de la universidad en la sociedad. Ese fragor llegó a la adormilada ciudad andina de Popayán, en el suroccidente de Colombia, e influyó en los universitarios que llegaban de distintos rincones del país. Colombia, despertaba poco a poco después de esa alianza de los partidos Liberal y Conservador, un contubernio político excluyente llamado el   Frente Nacional  que tendría graves consecuencias a largo plazo en el violento conflicto interno y crónico que aun no termina. En Latinoamérica, estaban vívidos la experiencia de la   Revolución Cubana   y la injerencia y sabotaje de los Estados Unidos en el gobierno de la Alianza popular de Salvador Allende en   Chile   y en las dictaduras de Argentina, Brasil y Uruguay.   Los tiempos del grupo cultural...

Dos poemas de Hilda Restrepo en La Rueda 3

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  Mario Delgado Noguera Ilustración de Augusto Rivera en La Rueda 3 H ilda Restrepo era en los tiempos de La Rueda una juiciosa estudiante de Derecho. Sin embargo tenía cercanía a las letras. Junto a esa facultad estaba la biblioteca central de la universidad donde éramos asiduos visitantes.  Hilda era amiga cercana de Óscar Sakanamboy; hablaban de arte, poesía, jazz y literatura en los parques de la ciudad universitaria.  Por supuesto, para encontrarse con ella y los demás, para un tinto o para mamar gallo, llegábamos al parque Caldas desde las facultades. No había celulares y los fijos eran un lujo. Empleábamos Telecom para llamar a las casas o para enviar telegramas.  En julio de 1980, apareció el tercer número de la revista de La Rueda. Allí se publicaron estos dos poemas: A mé de pronto  su piel morena y quise mezclarla  con el tinto tibio que tomaba. Lo bebí p a u s a d a m e n t e  sintiéndolo en cada sorbo y qué dulzura de miel se quedó...

Queremos tanto a Hilda. Un recuerdo de Oscar Sacanamboy de los tiempos de La Rueda

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QUEREMOS TANTO A HILDA. LOS AMORES EN LOS TIEMPOS DE LA RUEDA Oscar Sakanamboy S í, es ella, Hilda: la bella y enigmática poetisa de los años de La Rueda. ¿Qué será de su vida? La recuerdo en las reuniones del grupo, leyendo sus poemas cortos y sus cuentos intimistas. Recuerdo también su risa, su acento, su caminar cadencioso y seductor. Ella en sí, respiraba poesía. Era la diosa, la encarnación misma del poema. Había en el taller otras mujeres. Igual de jóvenes y atractivas; algunas tenían dueño. Pero sólo tenía ojos para ella. Sentía un placer infinito al sentarme en un banco, lo más cerca posible para observarla detenidamente, sentir su respiración, su aliento, sus miradas furtivas. La veía lejana e inalcanzable, y eso me producía un profundo desgarramiento interior. Cuando ella llegaba a las tertulias en la Casa de la Cultura, una grande y espaciosa casona colonial, frente al Teatro Municipal, que fungía en esa época como sede del grupo; la veía llegar sola, e...

Un poema de Hilda Restrepo en la Rueda 3

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Palabras Dalí V enían a mí replegadas de sabores y angustias como luces de bengala  sobre la noche... Pegaditas unas a otras, hermanas del misterio, cristales enmohecidos  de tiempo... La poesía femenina en La Rueda

Un reencuentro luego de treinta años: Una carta de Óscar Sakanamboy

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"No todo es tuyo olvido Algo nos queda Entre las ruinas pienso que nunca será polvo Quien vio su vuelo O escuchó su canto" Giovanni Quessep M ario.  P or esas cosas de la vida me doy cuenta que ahora vives en Barcelona, bella y luminosa ciudad, con su monte de los judíos, el puerto, la arquitectura modernista y la catedral inacabada de Gaudí, que conocí en un caluroso julio de 1998 cuando hacia un periplo por la España de Machado y de Picasso y por la vieja Europa.  Te he visto en una foto con sombrero de expedicionario, barba entrecana, cámara fotográfica y paisaje difuminado. Pero también me emocioné sobremanera al darme cuenta que esos chicos alucinados, contestatarios y bohemios que conformamos La Rueda, todavía damos de qué hablar en el aquelarre cultural de Popayán. Hasta se habla de publicar un libro sobre nuestro grupo, loable labor. He dedicado todo un fin de semana para ponerme al día y evocar viejas épocas: el entorno socio-cultural-etílico de que habla ...

Las mujeres y La Rueda, furtivas miradas

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Las mujeres y La Rueda, furtivas miradas Mario Delgado   Fotografía de Sofia Basto-Dehlinger, desde CasaLoma U na estudiante de Historia de la universidad del Cauca ha leído este blog. Lo ha utilizado como una ayuda para la memoria de su tesis que trata sobre los movimientos culturales que existieron en la ciudad universitaria de Popayán. Quería saber sobre la gente de La Rueda, principalmente sobre las estudiantes que pertenecieron al grupo. Me ha preguntado en torno a unos vinos si en La Rueda hubo mujeres escritoras . Y sí que las hubo: Lola Hurtado , Luisa Fernanda Vallejo,  Hilda Restrepo , Luz Marina Cuesta, Rosmira Mosquera, Vicky Ospina... Entre la escritoras y poetisas, nos gustaba leer los cuentos de Clarice Lispector , los poemas de Alexandra Pizarnik ... Algunas de ellas, sino todas, quebraron corazones , inspiraron los poemas,  escribieron, estuvieron en los parque nocturnos, rodaron y elevaron la noche... Vicky Ospina María Stella Per...