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La Página Literaria del diario El Liberal de Popayán, en los años ochenta

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  Mario Delgado Noguera E n los años 70 en Colombia, hubo un fuerte  movimiento estudiantil  en la mayoría de las universidades  que conmovía los gobiernos universitarios y cuestionaba el papel de la universidad en la sociedad. Ese fragor llegó a la adormilada ciudad andina de Popayán, en el suroccidente de Colombia, e influyó en los universitarios que llegaban de distintos rincones del país. Colombia, despertaba poco a poco después de esa alianza de los partidos Liberal y Conservador, un contubernio político excluyente llamado el   Frente Nacional  que tendría graves consecuencias a largo plazo en el violento conflicto interno y crónico que aun no termina. En Latinoamérica, estaban vívidos la experiencia de la   Revolución Cubana   y la injerencia y sabotaje de los Estados Unidos en el gobierno de la Alianza popular de Salvador Allende en   Chile   y en las dictaduras de Argentina, Brasil y Uruguay.   Los tiempos del grupo cultural La Rueda estuvieron situados en la época del gobierno

Dos poemas de Hilda Restrepo en La Rueda 3

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  Mario Delgado Noguera Ilustración de Augusto Rivera en La Rueda 3 H ilda Restrepo era en los tiempos de La Rueda una juiciosa estudiante de Derecho. Sin embargo tenía cercanía a las letras. Junto a esa facultad estaba la biblioteca central de la universidad donde éramos asiduos visitantes.  Hilda era amiga cercana de Óscar Sakanamboy; hablaban de arte, poesía, jazz y literatura en los parques de la ciudad universitaria.  Por supuesto, para encontrarse con ella y los demás, para un tinto o para mamar gallo, llegábamos al parque Caldas desde las facultades. No había celulares y los fijos eran un lujo. Empleábamos Telecom para llamar a las casas o para enviar telegramas.  En julio de 1980, apareció el tercer número de la revista de La Rueda. Allí se publicaron estos dos poemas: A mé de pronto  su piel morena y quise mezclarla  con el tinto tibio que tomaba. Lo bebí p a u s a d a m e n t e  sintiéndolo en cada sorbo y qué dulzura de miel se quedó en los labios. PALABRAS V enían a mí r

Queremos tanto a Hilda. Un recuerdo de Oscar Sacanamboy de los tiempos de La Rueda

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QUEREMOS TANTO A HILDA. LOS AMORES EN LOS TIEMPOS DE LA RUEDA Oscar Sakanamboy S í, es ella, Hilda: la bella y enigmática poetisa de los años de La Rueda. ¿Qué será de su vida? La recuerdo en las reuniones del grupo, leyendo sus poemas cortos y sus cuentos intimistas. Recuerdo también su risa, su acento, su caminar cadencioso y seductor. Ella en sí, respiraba poesía. Era la diosa, la encarnación misma del poema. Había en el taller otras mujeres. Igual de jóvenes y atractivas; algunas tenían dueño. Pero sólo tenía ojos para ella. Sentía un placer infinito al sentarme en un banco, lo más cerca posible para observarla detenidamente, sentir su respiración, su aliento, sus miradas furtivas. La veía lejana e inalcanzable, y eso me producía un profundo desgarramiento interior. Cuando ella llegaba a las tertulias en la Casa de la Cultura, una grande y espaciosa casona colonial, frente al Teatro Municipal, que fungía en esa época como sede del grupo; la veía llegar sola, e

Un poema de Hilda Restrepo en la Rueda 3

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Palabras Dalí V enían a mí replegadas de sabores y angustias como luces de bengala  sobre la noche... Pegaditas unas a otras, hermanas del misterio, cristales enmohecidos  de tiempo... La poesía femenina en La Rueda

Un reencuentro luego de treinta años: Una carta de Óscar Sakanamboy

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M ario.  P or esas cosas de la vida me doy cuenta que ahora vives en Barcelona, bella y luminosa ciudad, con su monte de los judios, el puerto, la arquitectura modernista y la catedral inacabada de Gaudí, que conocí en un caluroso julio de 1998 cuando hacia un periplo por la España de Machado y de Picasso y por la vieja Europa. Te he visto en una foto con sombrero de expedicionario, barba entrecana, cámara fotográfica y paisaje difuminado. Pero tambien me emocioné sobremanera al darme cuenta que esos chicos alucinados, contestatarios y bohemios que conformamos La Rueda, todavía damos de qué hablar en el aquelarre cultural de Popayán. Hasta se habla de publicar un libro sobre nuestro grupo, loable labor. He dedicado todo un fin de semana para ponerme al dia y evocar viejas èpocas: el entorno socio-cultural-etilico de que habla Gonzalo Buenahora y la contenida respuesta de Carlos Fajardo desde Bogotá rescatando el aporte literario del grupo y haciendo la critica literaria a los t

Las mujeres y La Rueda, furtivas miradas

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Las mujeres y La Rueda, furtivas miradas Mario Delgado   Fotografía de Sofia Basto-Dehlinger, desde CasaLoma U na estudiante de Historia de la universidad del Cauca ha leído este blog. Lo ha utilizado como una ayuda para la memoria de su tesis que trata sobre tiempos pasados y movimientos culturales de la ciudad universitaria de Popayán. Quería saber sobre la gente de La Rueda. Me ha preguntado en torno a unos vinos si en La Rueda hubo mujeres escritoras . Y sí que las hubo: Lola Hurtado , Luisa Fernanda Vallejo,  Hilda Restrepo , Luz Marina Cuesta, Rosmira Mosquera, Vicky Ospina... Nos gustaba leer los cuentos de Clarice Lispector , los poemas de Alexandra Pizarnik ... Algunas de ellas, sino todas, quebraron corazones , inspiraron los poemas,  escribieron, rodaron y elevaron la noche... María Stella Perafán y María Victoria Uribe tuvieron a su cargo las ilustraciones de la cuarta y de la sexta entrega de la revista del grupo. Cristina Simmonds, Mariu Mosquera y Liliana Grija