La Página Literaria del diario El Liberal de Popayán, en los años ochenta

 

Mario Delgado Noguera

En los años 70 en Colombia, hubo un fuerte movimiento estudiantil en la mayoría de las universidades  que conmovía los gobiernos universitarios y cuestionaba el papel de la universidad en la sociedad. Ese fragor llegó a la adormilada ciudad andina de Popayán, en el suroccidente de Colombia, e influyó en los universitarios que llegaban de distintos rincones del país. Colombia, despertaba poco a poco después de esa alianza de los partidos Liberal y Conservador, un contubernio político excluyente llamado el Frente Nacional que tendría graves consecuencias a largo plazo en el violento conflicto interno y crónico que aun no termina. En Latinoamérica, estaban vívidos la experiencia de la Revolución Cubana y la injerencia y sabotaje de los Estados Unidos en el gobierno de la Alianza popular de Salvador Allende en Chile y en las dictaduras de Argentina, Brasil y Uruguay. 

Los tiempos del grupo cultural La Rueda estuvieron situados en la época del gobierno represor de Julio César Turbay (1978-1982). El gobernante, apoyado por el Ejército, promulgó el Estatuto de Seguridad que reprimía cualquier actividad sospechosa de crítica al statuo quo. El movimiento estudiantil era un objeto constante de la mirada escrutante del régimen; las caballerizas del ejército en Usaquén era el sitio de tortura para aquellos que querían construir un mundo distinto y querían hacer cualquier intento de organizar a las personas en la búsqueda de sus derechos.

A principios de los 80s en Popayán, -nostálgico pozo del olvido-, las actividades culturales de los integrantes del grupo La Rueda estaban en su punto quizá más alto. Se hacían recitales de poesía, se tenía entonces un programa radial sabatino en La Voz de Belalcázar; el número tres de la revista estaba en preparación y Germán Mendoza (Ciénaga de Oro 1959-Cartagena de Indias 2018), con sus trabajos previos de periodismo y cine, consiguió crear una página dominical sobre cultura y literatura en El Liberal, el diario de la ciudad, la Página literaria. Ya dedicado al periodismo de lleno, Germán mantuvo ese tipo de publicaciones en El Universal de Cartagena.

La página de El Liberal y su editor, permitieron dar a conocer la producción literaria, principalmente en poesía, de los entusiastas jóvenes universitarios que conformaban La Rueda. Rubén Darío Guerrero, Oscar Sakanamboy, Oscar Garcés (Jochi), Lucho Calderón, Juan Cajas, Cristóbal Gnecco, Juan Carlos López, Edgardo Maya, Orlando Avila, Jaime Cárdenas, Carlos Fajardo, Luisa Vallejo, Luz Marina Cuesta, Lola Hurtado, Hilda Restrepo publicaron allí sus despertares literarios. Buena parte de aquellos escritos eran poesía de desencanto juvenil y cantos a amores difíciles.

Por lo que se puede ver en aquellas páginas dominicales, Germán Mendoza no tenía dificultad en llenarlas puesto que la mayoría de los pichones de poeta quería publicar y ver en tinta impresa sus creaciones. Ocasionalmente publicaba poemas de destacados autores, reflexiones académicas y noticias del acontecer cultural de Popayán de tal manera que La Rueda empezó a tener algún peso en el movimiento cultural de la quieta ciudad andina de la provincia colombiana. La mirada arqueológica a esas páginas literarias da razón de concursos de poesía y pintura infantiles que se llevaban a cabo en la Casa Obando, sede las reuniones y tertulias de fines de semana de La Rueda. Parece que no ha habido un movimiento cultural con tantos frentes como el que hubo en la ciudad en aquella época. 

La Página Literaria tenía algunas secciones que eran constantes; había espacio para dos o tres poemas cortos, un artículo a cuatro columnas de más profundidad que a veces salía, por la extensión, en dos entregas consecutivas; otra sección inconstante con notas sobre "La marcha de la Cultura". La parte gráfica se componía principalmente de reproducciones de obras artísticas, pero en las columnas sobre cine si había fotogramas de la cartelera criticada.


Página literaria dominical en el diario El Liberal de Popayán, 1980. 


En esta página de junio de 1980, alguien llamado Juan de la Cruz defiende a los universitarios de La Rueda pertenecientes a las diversas facultades que daban a conocer sus escritos en la Página dominical. Asegura que no por no pertenecer a los programas académicos de letras de la Universidad del Cauca, se les puede menospreciar en su labor creativa que se caracterizaba por el desenfado, estudio y difusión cultural que hacía el grupo. 

Se puede decir que La Rueda era un grupo universitario que se autogestionaba, no convencional, crítico con la estética imperante y con el orden establecido. Varios de sus integrantes estaban en los movimientos estudiantiles y ejercían de representantes de las facultades y pertenecían a organizaciones estudiantiles.

Germán también mantenía su columna de cine, Cine-Arte, y animaba a que las carteleras del teatro Anarkos y del teatro Popayán tuvieran calidad. Estos eran las salas de cine de entonces ubicadas en el  Centro histórico, comerciales pero que prestaban sus salas a los cineclubes pues funcionaban por esa época, como en otras ciudades de Colombia, estos clubes armados y mantenidos por héroes anónimos que promocionaban el buen cine. Cuando alguna cartelera no le gustaba a Germán, la fustigaba sin compasión en su columna semanal en El Liberal.


La columna de Germán Mendoza en el Liberal de Popayán, junio de 1980


La columna de Cine-Arte de Germán Mendoza aparecía en El Liberal en un día distinto a la dominical Página literaria. Esta de la imagen de un martes de junio de 1980 y da noticia de "Las actas de Marusia" del cineasta chileno Miguel Littin que hacía un cine de denuncia sobre las dictaduras en Latinoamérica y creaba conciencia de los aconteceres del movimiento social en su país y de la lucha popular contra la dictadura. Littin también se recuerda por el libro de García Márquez sobre las aventuras de la clandestinidad del cineasta en aquel tiempo del régimen del general Pinochet. 


La columna de Germán Mendoza en el Liberal de Popayán, julio de 1980



No obstante, también Germán parece ser atento a las sensiblerías de los dramas comerciales como Kramer vs. Kramer con Dustin Hofmann y Meryl Streep con la dirección de Robert Benton. La película merece un comentario; fue una producción de Hollywood que, como dice en el título de su columna, "le desgarraba un hilito dentro del corazón". Sin embargo, cuando se lee con detenimiento su excelente crítica, da a conocer su certero conocimiento del cine. Alude a la película de Bergman, "Escenas de la vida conyugal" como referente a la dirección de Kramer vs. Kramer, en el tratamiento de la profundidad de los problemas conyugales y en el manejo de la cámara con acercamientos que ayudan a captar los sentimientos de los protagonistas. Columnas de este tipo de criticas cinematográficas, no obstante el creciente lugar que ha alcanzado los lenguajes audiovisuales y digitales, no han vuelto a publicarse en El Liberal y no es tan frecuente encontrarlas en la prensa nacional.







Volviendo a la Página Literaria de El Liberal, en esta edición del 20 de julio de 1980,  se ve un cuento de Ruben Darío Guerrero, poemas de Oscar Garcés y Cristóbal Gnecco, un microcuento de Juan Carlos López y la columna que aparecía sin mucha regularidad "Marcha de la Cultura" donde da cuenta del acontecer cultural de Popayán y la región. Eran frecuentes en ese entonces, obras de teatro de compañías nacionales tales como La Candelaria y el TEC (Teatro Experimental de Cali) gestionadas por el activismo cultural de Ricardo León Paz, Tololón, intercambios culturales entre ciudades del suroeste colombiano, publicaciones literarias canjeadas de grupos y talleres de otras ciudades, principalmente de la costa caribe colombiana. 







En esta edición de mayo de 1980, se encuentran una noticia sobre un libro recién publicado en Cali de las traducciones de los poemas del angoleño Agostinho Neto, dos poemas de Carlos Fajardo y una columna sin autor, pero que seguramente la escribió Germán, sobre el cine de suspenso del británico Hitchcock.

El libro "Los poemas de Angola", traducidos por Pedro de Lima y Aníbal Arias, era una edición artesanal de la Universidad Libre de Cali con una nota de prólogo del teatrero Phanor Terán. Rubén Darío Guerrero comenta que la poesía del angoleño es una poesía tenaz y fuerte, esperanzadora. Netho, médico, fundador del Movimiento Popular por la Liberación de Angola, primer presidente de su país, fue un ícono en los países africanos que luchaban por la liberación de las ataduras coloniales en Africa.

En su nota sobre Hitchcock, Germán Mendoza se adentra en las características de la narración cinematográfica y de la imagen del maestro del suspenso.  





Esta pagina de septiembre de 1980, Cristobal Gnecco escribe la segunda parte de una nota sobre la literatura indígena en Colombia. Da cuenta de la leyenda de Juan Tama, cacique de Vitoncó, y de los problemas de transcripción y la confrontación con las cosmogonías. Se ven en estos tempranos escritos su papel posterior como antropólogo y traductor. Edgardo Maya Bohórquez y Mario Delgado, médicos, escriben cortos poemas sobre lugares imaginados o reales con el ímpetu que dan a las primeras letras el descubrimiento de los orígenes y las palabras. La columna "Marcha de la Cultura" recuerda un aniversario de la muerte de Pablo Neruda, el nóbel chileno que influyó en la poesía del grupo, las visitas de poetas caleños, la cartelera de buen cine que se avecina (películas de los directores Fosse, Bertolucci, Losey, Schlessinger) y de una biblioteca municipal que no se construye. Al parecer, las críticas de Germán Mendoza empiezan a tener eco en el mejoramiento de la cartelera de los cines comerciales de Popayán.

En medio de la tensión producida por el Estatuto de Seguridad del presidente Turbay, la labor de la Página literaria de El Liberal y las variadas actividades del grupo La Rueda hizo girar el ambiente cultural de de Popayán en los principios de los años 80, una labor que vuelve a ser mirada. Estas páginas dominicales rescatadas, dirigidas por Germán Mendoza, promovieron la cultura cinematográfica a la vez que fue un medio de expresión sobresaliente sobre las nuevas ideas y preocupaciones estéticas de la literatura cultivadas por universitarios de la Universidad del Cauca. 












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