Keeping quiet (Oda al silencio). Pablo Neruda



El nóbel chileno Pablo Neruda (1904-1973) no sólo fue uno de los grandes poetas de la historia de la humanidad, sino también un hombre de extraordinaria perspicacia sobre el espíritu humano; baste como ejemplo su extraordinaria reflexión sobre lo que un encuentro en la infancia le enseñó acerca de por qué hacemos arte, posiblemente la más bella metáfora del impulso creativo jamás plasmada en papel.

"El impulso de crear comienza... en un túnel de silencio", escribió Adrienne Rich en su conferencia sobre arte y libertad. "Todo verdadero poema es la ruptura de un silencio existente"." Hagan un lugar para sentarse. Siéntate. Guarda silencio..." 

María Popova dice que ningún poeta rompe el silencio con el silencio, ni rebana su poder vitalizador, clarificador y trascendente, con más elegancia punzante que Pablo Neruda en un poema titulado "Keeping Quiet", escrito en los años cincuenta.





KEEPING QUIET

by Pablo Neruda

Now we will count to twelve
and we will all keep still.

For once on the face of the earth,
let's not speak in any language;
let's stop for one second,
and not move our arms so much.

It would be an exotic moment
without rush, without engines;
we would all be together
in a sudden strangeness.

Fisherman in the cold sea
would not harm whales
and the man gathering salt
would look at his hurt hands.

Those who prepare green wars,
wars with gas, wars with fire,
victories with no survivors,
would put on clean clothes
and walk about with their brothers
in the shade, doing nothing.

What I want should not be confused
with total inactivity.
Life is what it is about;
I want no truck with death.

If we were not so single-minded
about keeping our lives moving,
and for once could do nothing,
perhaps a huge silence
might interrupt this sadness
of never understanding ourselves
and of threatening ourselves with death.
Perhaps the earth can teach us
as when everything seems dead
and later proves to be alive.

Now I'll count up to twelve
and you keep quiet and I will go.




Oda al silencio

Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.


Seria un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.


Los pescadores del mar frío
no harían dañó a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.


Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.


No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.


Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñé
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.


Ahora contare hasta doce
y tu te callas y me voy.

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