Natalia Ginzburg
Mi encuentro con Natalia Ginzburg fue afortunado. Había comprado uno de sus libros de la editorial Lumen en una de las múltiples ferias de libro a las que asistí siendo editor de la Universidad del Cauca antes de la pandemia. Después, encontré “Todos nuestros ayeres”, “Las pequeñas virtudes” y “Léxico familiar” que son los libros entrañables de la autora sobre las relaciones familiares que he leído con fruición. Ahora espero seguir con su libro de pequeñas historias “Este domingo”, pequeños escritos sobre la gente común del norte de Italia. Esa irónica manera de escribir sobre lo cotidiano y lo universal al mismo tiempo, su encanto para describir las virtudes y defectos de los personajes, las angustias, los silencios, los secretos de la Segunda Guerra Mundial y las posteriores cicatrices en su país, las persecuciones, el hambre y el frío sufridos a causa del fascismo, generan sentimientos de empatía e invitan a reflexionar sobre estos apartes de la historia, así como sobre las complejidades de las relaciones humanas con énfasis en las familiares.
Natalia Ginzburg |
Nació en 1916 en Palermo y murió en Roma en 1991. Creció en Turín. Su padre, Giuseppe Levi, de ascendencia judía, era biólogo y anatomista y su madre, Lidia Tanzi, era maestra. Su hijo Carlo Ginzburg, también escritor e historiador, legó un clásico de las ciencias sociales, El queso y los gusanos. Su primer marido, Leone, que pertenecía a la resistencia italiana, fue torturado y muerto por la Gestapo. Estas circunstancias hicieron de la vida de Natalia Ginzburg, una vida atravesada por los temores, los silencios de la guerra y por la resistencia desde lo humano a la barbarie de la Segunda Guerra Mundial, a las persecuciones y al hambre.
La escritora, sensible y observadora, provenía de una familia de intelectuales, de un hogar con una vida intensa; su trabajo en la prestigiosa editorial Einaudi, cercana a los círculos de la izquierda italiana de la posguerra, ha dejado una obra atractiva y una escritura precisa que fluye con facilidad sin dejar de ser compleja y profunda. Durante su carrera en la editorial, Ginzburg editó y publicó obras de autores como Italo Calvino y Primo Levi. También publicó varias de sus propias obras. La editorial Einaudi sigue siendo una de las editoriales más importantes y prestigiosas de Italia en la actualidad.
Fue creadora de personajes que respiran humanidad y comprensión, de mujeres que empezaban a vivir con las cargas de su maternidad impensada, de amores e imposiciones silenciosas, de confinamientos y de destinos llevados por los azares y las ansias de supervivencia de la guerra.
A través de sus personajes, la escritora supo transmitir emociones y sentimientos que conectan con el lector y lo invitan a reflexionar sobre su propia vida y la de aquellos que lo rodean. Su carrera en la editorial Einaudi, su compromiso político y su influencia en la literatura italiana contemporánea la convierten en una figura lúcida y destacada de la cultura italiana del siglo XX.
La obra de Natalia Ginzburg, de una originalidad asombrosa, es una invitación a descubrir en su literatura la complejidad de la vida y la condición humana que nos une como seres en este planeta.
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