El poeta Antonio Machado y La Rueda

"Españolito que vienes/ al mundo, te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón"

Antonio Machado

Coillure, cerca de la frontera con Cataluña, es un pintoresco pueblo francés con un castillo frente al mar de la que fue la Cataluña grande antes del siglo XVII; esa región también es conocida como el Rosellón. Allí está la tumba de Antonio Machado, en un apacible y pequeño cementerio con rosales inmensos. Es una tumba sencilla con muchas flores junto a la de otros vecinos de Coillure.

Machado no disfrutó mucho de ese pequeño pueblo francés con su imponente castillo y sus luminosas callejas, el mar azul y el aire transparente, y ahora que lo visito, tibio por la primavera. Venía herido de muerte por el exilio y la derrota republicana en la guerra civil española (1936-1939).

Ahora que leo sobre esa guerra (lo que dicen viajeros como el holandés enamorado de España, Nooteboom, y en libros de historia), comprendo que la revolución de los anarquistas fue traicionada y que las peleas intestinas en el sector republicano fueron un factor decisivo que permitió la derrota y, después, la larga y penosa dictadura de Franco y la herida que aun no cicatriza. Puedo imaginar a Joan Manuel Serrat recorriendo con nostalgia el pueblo mediterráneo, recreando los últimos días de Machado, poniendo músicas a sus poemas, lanzándolos, en fin, con éxito para el conocimiento y la memoria de los españoles y latinoamericanos.

Colliure

Esos poemas de Machado, con la música de Serrat, fueron el primer contacto de muchos de los integrantes de la Rueda en Popayán con los poetas de España y de la guerra civil española y con la gran tensión que generó este conflicto.

La República española, el apoyo del fascismo y el nazismo a los rebeldes de Franco, la inmovilidad de los ingleses y franceses, el exterminio de los españoles entre si, la división de los grupos de izquierda,- anarquistas, trotskistas y comunistas-, la Segunda guerra mundial que en realidad comenzó en España y que luego se prolongó en Grecia, fueron un encuentro brusco de los jóvenes de La Rueda con la historia, la política y la literatura.

Con seguridad Sakanamboy, Juan Carlos López, Oscar Hernández, Mendoza, Gnecco... llevarán siempre consigo esos momentos de descubrimiento y de afinación de la sensibilidad juvenil.