De pies y manos



Un poema de Óscar que me gusta pues escribe sobre aquella ambivalente atadura a Popayán que muchos sentimos...
Portada de María Stella Perafán, 1980




De pies y manos

Por Óscar Sakanamboy


No sé qué arcano escondes
bajo la tibia humedad de tu silueta,
no sé qué embrujo seductor posee
el silencio blanco de tus muros, 
entre esas callejas de olor vegetal
donde un fresco excremento equino
se entremezcla en un crisol de humores
con el sudor del páez y el mestizo;
allí donde la patria guarda el archivo
de pasadas epopeyas perdidas, 
donde duermen apacibles su sueño de gloria
los catorce o más patriarcas que engalanaron tu historia.

Por esas ventanas de madera vieja, digo...,
algo de mí queda amarrado
en los arreboles infinitos de la tarde,
a esos seres oscuros que deambulan sin prisa
rumiando su miseria de aldeanos;
raza maltrecha por su eterna monomanía.

¿Qué he de amar de ti
si sólo el vicio te gobierna?
¿Cómo? Si cerraste las puertas al cincel y a la idea
para vivir el silencio de tu concupiscencia
y poder ocultar con la misa del templo sacro
el hambre que golpea a tu puerta?

Más, no sé.
No sé qué arcano escondes callada,
qué imán me liga a tu tierra,
pues cada día que en ti paso
echo raíces de ceiba.

Está publicado en su libro Días Difíciles y en el número dos de la revistaLa Rueda 2Días difíciles tambien es el nombre de un relato de esos tiempos.

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