Un poema de Orietta Lozano publicado en La Rueda 7, febrero 1985


ORIETTA LOZANO


 
PERDIDOS ROSTROS



Cuando el transparente velo, era siria,
cuando el tambor, africana perdida entre rituales
y serpientes mágicas,
cuando el opio, una muchacha de Tánger desfilando
entre los laberintos de la noche,
cuando el harem, era todas y el bebedizo exuberante,
cuando Transilvania, vampiro danzando entre el aullido
de la luna,
cuando el caos, el imperceptible ojo, que buscaba ese otro
ojo que nos dá la medida del cosmos.

En Ulan Bator me senté en el lupanar más exquisito
y bebí vino en el casco plateado del guerrero que
dejo su sueño en un charco de estrellas.

Fui la perdida voz clamando al mar ese viaje infinito
donde se confunde mi garganta y mi fémur y mi espalda
con sus insaciables venas de agua y mito.

Me estacione en el Hades esperando el descanso de
la música,

Y en ese sueño estacioné mi silencio, mi perdida voz,
mi quietud en movimiento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña histórica del cerro de las Tres Cruces de Popayán

Dos poemas de Enrique Buenaventura

De Federico García Lorca, un fragmento de Poeta en Nueva York

Los cafés de Popayán y de mis viajes