Pequeñez, un poema de Emily Dickinson



Es cosa tan pequeña nuestro llanto;
son tan pequeña cosa los suspiros...
Sin embargo, por cosas tan pequeñas 
vosotros y nosotras nos morirnos.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña histórica del cerro de las Tres Cruces de Popayán

Los cafés de Popayán y de mis viajes

José Eustacio Rivera: El hombre que fue río

Un recuerdo de Franz Faust, el bávaro que se quedó en Los Andes