Un poema de Roberto Bolaño
por los muelles de Barcelona.
Fumar un cigarrillo negro
y por
un momento creer que sería bueno
que lloviese.
Dinero no te conceden los dioses
más sí caprichos extraños.
Mira hacia arriba:
está lloviendo.
"Creo que en la formación de todo escritor –afirmó Bolaño– hay una
universidad desconocida que guía sus pasos, la cual, evidentemente, no
tiene sede fija, es una universidad móvil, pero común a todos.» Así,
proyectó reunir, hacia mediados de los años ochenta, buena parte de la
poesía que había escrito desde su llegada a España, en 1977."
De la presentación de este libro en Editorial Anagrama.
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