¿Qué pasa con la cultura en Popayán?

Mario Delgado

Espacios subutilizados como el teatro Bolívar y el teatro Valencia son testimonios no sólo de la falta de políticas culturales coherentes y sistemáticas a nivel local y departamental sino también de la falta de solidaridad y sentido social de instituciones llamadas a desarrollar un trabajo cultural. La Universidad del Cauca, por ejemplo, parecía estar interesada en crear un centro cultural universitario, proyecto que quedó así, en una ilusión. 


Teatro Bolívar en Popayán.


Comfacauca ha brillado por su ausencia en el trabajo cultural; sin embargo ha ejecutado cuantiosos recursos otorgados por el BID con la pretensión de impulsar las industrias culturales. Pero, aun no se sabe cuáles han sido sus realizaciones y menos su impacto en la gestión y desarrollo de la cultura en  Popayán y el Cauca.

La ciudad reclama el apoyo institucional de todos los estamentos (Alcaldía, CRC, Departamento, Universidades) para sacar adelante proyectos como el teatro Bolívar y el museo Valencia como verdaderos centros culturales con inversión en infraestructura, desarrollo de proyectos incluyentes a largo plazo que formen ciudadanía, con inversión en talento humano, formación de públicos, vitalidad del Centro Histórico.

La ciudad y sus alrededores, como el frágil cerro de las Tres Cruces, están ávidos de planeación eficaz y de cultura ciudadana que permita convivencia y respeto, del cuidado de lo público, de un adecuado mobiliario urbano y del cuidado de sus parques, de un tránsito razonable por sus calles donde exista respeto por el peatón y el ciclista; hace falta urgente el desarrollo de una política de un transporte alternativo y de una red de ciclorrutas. Solo basta pasar por el parque Caldas y observar con tristeza las inútiles modificaciones a grandes costos para los contribuyentes: vida, verdor y reposo quedaron atrás en el Centro de Popayán. La peatonización no funciona, está pobremente planificada, el Centro Histórico y el Centro de Convenciones se deterioran en la incuria.  

Algún destello de arreglos se ve en el Centro Comercial, pero se necesita que la gente y los clientes lleguen al antiguo Idema, donde se trasladaron los antiguos vendedores a un espacio adecuado y luminoso. Se deben hacer grupos de presión por las redes sociales para que la programación de cine en Campanario, incluya el trabajo cinematográfico hecho en la región, como Apaporis y otras realizaciones y no solo la cartelera comercial.

Eurocine en Popayán se perdió
Es lamentable el estado del teatro Bolívar después de una labor constante y fructífera del grupo de Jose Raúl Ordóñez, de tantos años, echada a pique por la anterior administración municipal del alcalde Navia; el teatro Valencia está subutilizado, concebido únicamente como un espacio para ser alquilado sin una política cultural clara, que no evita la ramplonería disfrazada de cultura, el entretenimiento zafio y un populismo capaz de enorgullecerse de su ignorancia; el Pueblito Patojo permanece sin agenda cultural; el puente del Humilladero deteriorado y sin programación, los museos semi-postrados en el olvido. El Museo Negret, acumula polvo porque la alcaldía no envía presupuesto para personal de aseo.

Todo esto demuestra desdén, ignorancia superlativa respecto a la importancia del trabajo cultural o una perversa confabulación para reducir a la cultura a un objeto de consumo más en la sociedad obesa y consumista, que olvida su poder transformador en una ciudad postrada y con alto desempleo.

Cuáles son los dolientes? ¿A quien le duele la situación del sector cultural en la ciudad y el departamento del Cauca? No olvidemos que Popayán aún se precia de ser la ciudad histórica guardiana de tradiciones y eventos memorables para la región y el país. Pero, ¿a quiénes hoy realmente les interesa la cultura?

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