¿William Shakespeare, es Shakespeare?


Oscar Sakanamboy


William Shakespeare (1564-1616), dramaturgo, poeta y actor inglés, es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más relevantes de la literatura universal. Su fama ha llegado al punto que la profecía  de uno de sus contemporáneos, Ben Jonson, se ha cumplido: Shakespeare no pertenece a una sola época sino a la eternidad. Harold Bloom sitúa a Shakespeare junto a Dante, en la cúspide de su canon occidental. Sus obras hoy se leen y representan con mayor frecuencia y en más países del mundo.
Pero, ¿Quién fue en realidad Shakespeare?

Se ha discutido, incluso durante siglos, si Shakespeare es el verdadero autor de sus obras; atribuidas por algunos a Francis Bacon (1561-1626), a Cristopher Marlowe (1564-1593), o al decimoséptimo conde de Oxford, Edward de Vere (1550-1604), un hombre ilustrado y viajero, quien pudo haber escrito los dramas que se atribuyen al propio Shakespeare, de origen más humilde y una educación menos brillante que la del aristócrata. En 2011, la película Anonymous, una biografía ficticia del conde de Oxford del director Roland Emmerich, alimentó las especulaciones sobre la autoría de las obras de Shakespeare.

La realidad de todas estas afirmaciones deviene del hecho de que los datos que se disponen sobre el autor de Otelo, son muy pocos y contrastan con la desmesura de su genial obra. Estos limitados datos históricos sobre los que se sustenta la biografía de William Shakespeare han alimentado durante siglos especulaciones sobre su verdadera identidad, en contravía del criterio de la mayoría de los académicos.

Casi ciento cincuenta años después de su muerte, acaecida en 1616, comenzaron a surgir dudas sobre la verdadera autoría de las obras a él atribuidas. Documentos históricos demuestran que entre 1590 y 1620 se publicaron varias obras teatrales y poemas atribuidos al autor “William Shakespeare”, y que la compañía que representaba estas piezas teatrales, Lord Chamberlain´s Men (luego King´s Men), tenía entre sus componentes a un autor con este nombre. Se puede identificar a este actor con el William Shakespeare del que hay constancia que vivió y murió en Stratfort-upon-Avon (centro de Inglaterra), ya que este último hace en su testamento ciertos dones a miembros de la compañía londinense.



Otros investigadores han defendido la tesis que fue el filósofo y político británico Francis Bacon (1561-1626) quien escribió las obras de Shakespeare bajo un seudónimo que ocultaría una clave masónica, mientras el tercer candidato a ser el verdadero autor de Hamlet es el dramaturgo inglés Cristopher Marlow (1564-1593), quien murió oficialmente  en una pelea poco después de ser acusado de ateísmo, años antes de que fueran escritas gran parte de las obras de Shakespeare, si bien los defensores de esta teoría creen que pudo fingir su muerte para liberarse de  los cargos y continuó escribiendo con un nombre ficticio.

La teoría baconiana sobre la autoría de la obra de Shakespeare, propuesta por primera vez a mediados del siglo XIX, sostiene que Francis Bacon, nacido el 22 de enero de 1561 y fallecido el 9 de abril de 1626, filósofo, estadista, científico, jurista y autor inglés, fue quien escribió las obras de teatro  que se atribuyen a William Shakespeare. La evidencia se funda en la presentación de un motivo para el ocultamiento, las circunstancias que rodean la primera puesta en escena de La comedia de las equivocaciones, la proximidad de Bacon a la carta  de William Strachey a partir de la cual algunos estudiosos creen que se basó La Tempestad, interpretación de alusiones en las obras al conocimiento legal de Bacon, los numerosos supuestos paralelismos con las obras publicadas por Bacon y sus anotaciones en el Promus (libro de anotaciones personales), el interés del filósofo en las historias civiles y alusiones autobiográficas  en las obras de teatro. Muchos piensan que por contar con conocimiento de primera mano de los métodos de codificación del gobierno (Jacobo I de Inglaterra lo nombró procurador general en 1613,  y posteriormente es nombrado canciller de Inglaterra en 1618), muchos baconianos piensan que él escribió pistas de su autoría en la obra de Shakespeare en forma codificada. También se dice que Bacon era un miembro de las sociedades secretas y se lo relacionaba en una supuesta conexión con los Rosacruces y la Francmasonería.

Algunas de esas dudas sobre la verdadera identidad del que se considera el mejor dramaturgo de todos los tiempos continúan vivas cuando se celebra el 450 aniversario de su nacimiento, en parte porque los datos históricos que se conocen sobre él con certeza son escasos, empezando por la fecha de nacimiento. Tan solo se conserva un documento de bautismo de la iglesia de Stratfort-upon-Avon que atestigua que el 26 de abril de 1564 se registró un Guilielmus Johannes Shakespeare. El 23 de abril, la fecha en que se suele fijar su nacimiento la que coincide además con la de su muerte a los 52 años en 1616, es una convención que se ha adoptado, suponiendo que sus padres lo bautizaron al tercer día de su nacimiento.

Recientemente el rumor sobre la autoría de Shakespeare se ha acrecentado por las declaraciones de los actores Derek Jacobi y Mark Rylance con la divulgación de la llamada Declaración de Duda Razonable sobre la identidad del famoso dramaturgo. La declaración cuestiona que “William Shakespeare, un plebeyo del siglo XVI criado en un hogar analfabeto de Stratfort-upon-Avon, escribiera las geniales obras que llevan su nombre”. Argumentan que un hombre que apenas sabía leer y escribir no pudo poseer los rigurosos conocimientos legales, históricos y matemáticos que salpican las tragedias,  comedias y sonetos atribuidos a Shakespeare.

Para rematar, The world Book Encyclopedia, señala “la negativa a creer que un actor de Stratfort-upon-Avon hubiese podido escribir tales obras. Su origen rural no cuadraba con la imagen que tenían del genial autor… añade además, que la mayoría de los supuestos escritores pertenecían a la nobleza o a otro estamento privilegiado”. Así, solo pudo haber escrito las obras un autor instruido, refinado y de clase alta.

 En contraste a esas dudas, los académicos aseguran que se conservan más documentos acerca de Shakespeare que sobre la mayoría de escritores de su época, y de que no existe duda de que William Shakespeare, nacido en Stratfort-upon Avon, escribió las obras que se le atribuyen; y el que piense lo contrario necesitaría desacreditar una gran cantidad de evidencias para demostrarlo; según afirma Paul Edmondson, investigador de la Shakespeare Birdplace Trust y coeditor de sus obras. Junto con Stanley Wells, profesor emérito de la Universidad de Birminghan, reunieron en 2013 en el libro Shakespeare más allá de toda duda  pruebas históricas sobre la identidad del dramaturgo, como las menciones conocidas al autor  desde el siglo XVII y trata de demostrar que Shakespeare trabajó en el mundo teatral de Londres y que no había dudas sobre su identidad  y autoría sobre sus contemporáneos. Tampoco albergaban dudas que el dramaturgo británico colaboró con otros escritores para redactar algunas de sus obras.

William Shakespeare nació en Stratfort-upon-Avon, un pequeño pueblo inglés, unas 35 millas al sur de Birminghan el 23 de abril de 1564 donde moriría el mismo día de 1616. Tercero de los ocho hijos de Jonh Shakespeare, un acaudalado comerciante y político local, y de Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica; poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia del futuro escritor.

Cursó estudios en la Grammar School de su pueblo natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según un coetáneo Shakespeare aprendió poco latín y menos griego, y parece que abandonara la escuela a temprana edad debido a las dificultades económicas y políticas por las que atravesaba su progenitor.

No se dispone de cartas o escritos personales del autor; aunque siempre se lo ha considerado como una persona culta, quien parece que solo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.

Falstaff, personaje vital de Enrique IV


Su carrera como dramaturgo empezó tras su traslado a Londres, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para una compañía teatral propietaria de dos teatros. También representó con éxito en la corte. Su estancia en Londres se ubica entre 1590 y 1613, año en que dejó de escribir y se retiró a su localidad natal, donde adquirió una casa conocida como New Place, mientras invertía en bienes inmuebles en la capital británica, la fortuna que había conseguido en su carrera literaria.

En 1593 publicó su poema Venus y Adonis, bien acogido en el ambiente literario  y fue uno de sus primeros éxitos. De su producción poética posterior cabe destacar La violación de Lucrecia (1594) y Los Sonetos (1609) de temática amorosa y que lo sitúan  entre los grandes de la poesía anglosajona.

William Shakespeare escribió numerosa obras de teatro y poemas. La mayoría de las obras teatrales, 36 en total, fueron publicadas varios años después de su muerte, en un compendio conocido como First Folio, que las divide en dramas, comedias y obras históricas. Dentro de ellas se destacan: Hamlet, Romeo y Julieta, Otelo, Macbeth, El sueño de una noche de verano, Ricardo III.

Algunos críticos ven en su obra  una característica en su estilo literario en que se destaca un impresionante poder de síntesis, un exquisito, extenso y a la vez preciso uso del idioma, que muchas veces  lo hace difícil de entender, aún para los angloparlantes.

Otro elemento de su estilo es la ausencia de un juicio de valor por parte del autor a las conductas y actitudes de sus personajes, poco usual en las obras de su época pero que se explica por el cisma de Enrique VIII del catolicismo europeo, haciendo que los protagonistas se encierren en sí mismos, convirtiéndose en personificaciones de sus virtudes, defectos y obsesiones, abstrayéndose de la realidad que los rodea.





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