El No (όχι) de Grecia
Muchos están enterados del
triunfo del No en el último referéndum en Grecia. El No, el όχι, significaba no
estar de acuerdo con las condiciones impuestas por la Troika europea (FMI,
Banco Central Europeo, Comisión Europea) y era promovido por Syriza, el partido
gobernante y su líder Alexis Tsipras. Syriza, es un nuevo partido de izquierda que ganó las elecciones
del pasado enero con un discurso anti-austeridad. El triunfo del No muestra
claramente el apoyo ciudadano al gobierno y su legitimidad democrática. Sin
embargo, ese apoyo a Tsipras debe traducirse en dejar la incertidumbre de permanecer o no la Unión Europea, en la salida o no del Euro, y, en la vida cotidiana, poder salir del corralito a la argentina que
hace que no se puedan sacar de los cajeros de los bancos más de 60 euros y que hace que se mantenengan los
almacenes y supermercados llenos de mercancías sin que la gente pueda comprar,
excepto lo más básico.
Escolares griegos celebran el Oxi day |
Sin embargo, el día del όχι en Grecia es
también el día del No, y recuerda el 28 de octubre de 1940 en la Segunda Guerra Mundial. El No esa vez, significó que ese día, que es feriado nacional, se diera una rotunda negativa a que Grecia se rindiera y se dejara invadir por los fascistas
italianos. Luego, las tropas italianas llegaron a su territorio y emepezó una guerra en la cual los
invasores dieron traspié tras traspié y tuvieron finalmente que llamar a sus aliados alemanes para doblegar el
levantamiento de los griegos e imponer la dictadura nazi, esquilmar el tesoro
nacional y someter el país a humillaciones. Más de cien mil griegos murieron en ese entonces, muchos de ellos judíos sefardíes de Tesalónica. Y hay otro no doloroso y más largo, el No a los coroneles de la dictadura griega.
Son dos όχι importantes que han levantado la dignidad del pueblo griego y el de ahora, el del pasado referendum impulsado por Tsipras, para que refresque la democracia europea
que trata de levantar cabeza ante los embates de los países acreedores que
dominan políticamente a la Troika. El instrumento del referéndum promovido por
Syriza fue duramente criticado por los partidos tradicionales europeos, de
derecha y los socialdemócratas de Europa. Pero ese acto en medio de las conversaciones con la Troika, significó hacer uso válido de un instrumento democrático,
una consulta al pueblo, para decidir éticamente no solo por lo pragmático sino
por las convicciones en el lugar donde nació la democracia. La decisión por el
No del pueblo griego, ha tenido apoyo generalizado de la izquierda
latinoamericana. Por aquellos gobiernos llamados por los europeos en crisis, populismos. Porque es difícil para los gobernantes del viejo continente, subyugados por la Troika, mirar sin la óptica neoliberal, lo que pasa en sus propios ombligos y en América Latina.
Quizá la Unión Europea y el capitalismo que la consume cambie, proteste, y
se re-piense después de la crisis griega. Se conoce que la deuda griega corresponde a
gastos militares exorbitantes impuestos por la industria militar de los socios
de la Unión Europea y de la OTAN. Son los vientos del capital en Europa que golpean los estados de bienestar. Por ejemplo, el capitalismo voraz, el abandono de lo
público, la privatización de la educación y la salud ya se están viendo bajo el Partido Popular en España. Y el gobierno español teme al contagio y empieza a perder plazas importantes como Madrid.
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