Un poema de Julio Cortázar

 



Abuela muerta

El angelito que tantos años dibujé al pie de unas cartas,

y el à bientot de las despedidas, y ese nombre en el sobre

han de seguir en alguna parte, han de ser algo vivo,

no es posible que nada sobreviva de esa ternura y esa gracia.

De alguna manera nos seguiremos escribiendo siempre,

alguien llamará a las puertas y nos dará las cartas,

tú estarás bien y yo te contaré de viajes,

tú estarás bien y yo seré el que besa

el borde del papel donde una letra fina

me envuelve el corazón en sábanas, me da las buenas noches

y sale silenciosa para que llegue el sueño.


Tomado de Cortázar de la A a la Z, un álbum biográfico Alfaguara (A. Bernárdez, ed.), 2014

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