Un poema de Piedad Bonnett


 




No hay cicatriz, por brutal que parezca,

que no encierre belleza.

Una historia puntual se cuenta en ella

algún dolor. Pero también su fin.

Las cicatrices, pues, son las costuras

de la memoria,

un remate imperfecto que nos sana

dañándonos. La forma

que el tiempo encuentra

de que nunca olvidemos las heridas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los cafés de Popayán y de mis viajes

A propósito de la serie televisiva La Pola

Reseña histórica del cerro de las Tres Cruces de Popayán

Dos poemas de Enrique Buenaventura