El cine que veían los de La Rueda
El cine de los sábados en el cineclub de los Buhos de Popayán fue el lugar de encuentro de los amantes del cine de La Rueda. El cineclub funcionaba en el teatro Anarkos del centro comercial, el único en ese entonces. El Mono Mendoza se preciaba de ser un entendido y regularmente escribía una crítica, a veces ácida, en la Página Literaria de El Liberal que él dirigía. No le importaba ir sólo a las salas de Popayán como un verdadero cinéfilo. Varios repetíamos una y otra vez la película que nos había gustado. El problema era la plata para la boleta pues los bolsillos se vaciaban con prontitud el viernes en la noche. Esto producía cierta búsqueda insaciable en los ahorros de los más inesperados amigos.
Charlotte Rampling, fotografía de Helmut Newton |
En la columna Marcha de la Cultura de la Página Literaria del periódico El Liberal de Popayán, se puede recrear los ambientes alrededor de las entradas de los desaparecidos Teatro Anarkos y Teatro Popayán.
El cine club de la Alianza Francesa era otro refugio para los atropellados cinéfilos en ciernes. No se proyectaba cine en la Universidad del Cauca con excepción de algunos documentales semi-clandestinos en las residencias estudiantiles Tuto González y 4 de Marzo. En muchos aspectos la universidad sigue siendo un bastión conservador. Estábamos emocionados con poder ver El último Tango en Paris sin importar que debía bajar al barrio la Esmeralda a ver la película en la sala Palacé, X, -así había sido calificada-, de los bajos del Playboy discotheque. esta película había sido censurada por el franquismo que estaba en sus postrimerías.
El cine club de la Alianza Francesa era otro refugio para los atropellados cinéfilos en ciernes. No se proyectaba cine en la Universidad del Cauca con excepción de algunos documentales semi-clandestinos en las residencias estudiantiles Tuto González y 4 de Marzo. En muchos aspectos la universidad sigue siendo un bastión conservador. Estábamos emocionados con poder ver El último Tango en Paris sin importar que debía bajar al barrio la Esmeralda a ver la película en la sala Palacé, X, -así había sido calificada-, de los bajos del Playboy discotheque. esta película había sido censurada por el franquismo que estaba en sus postrimerías.
If..Crítica de Germán Mendoza en El Liberal 22 de junio de 1980 |
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