Un artículo rescatado de Germán Mendoza



En el inolvidable verano de Popayán, cuando era feliz e indocumentado, – en los tiempos del grupo cultural La Rueda, de la jirafa Hoyos, de la chuleta de Tololón-, de las noches en el Playboy y del Renault 4 de Buenahora, Germán Mendoza  escribió en la revista Bitácora (preludio de la revista de La Rueda), sobre el cine, escrito  que por su valor y  vigencia  presentamos a nuestros lectores.


ELEMENTOS PARA APRECIAR EL CINE

Por Germán Mendoza

Erróneamente, la mayoría del público a quien le gusta disfrutar de unas horas,  en la complicidad  de lo oscuro en una sala de cine piensa que cuanto están observando no es más que un alto entre sus innumerables problemas; una especie de droga que en forma por demás fantástica, los hará olvidar de sus tribulaciones.

Aunque en diferentes partes del mundo, cientos de estudiosos del cine intentan buscar un lenguaje que determine los elementos entre los que fluctúa el séptimo arte, muchas personas no ven el cine más que como diversión. Sus aspectos artísticos no le interesan sino a pocos, que luchando contra la incomprensión de los desentendidos, intentan dar al cine su verdadera dimensión.

Edward Hooper

Es indispensable por lo tanto, discurrir algunos elementos que nos permitan apreciar una cinta en toda su extensión, tanto en su aspecto estético formal como en su parte ideológica.

Antes es conveniente determinar  cual es en última instancia el lenguaje del cine. La respuesta no se hace esperar: la Imagen. 

Entonces, ¿qué leyes rigen en el cine el desarrollo de la imagen? Fundamentalmente la imagen cinematográfica  debe tener dinámica, eso significa que como el cine es el arte del movimiento, la imagen no puede ser estática, ni en sí misma, ni en relación con el mensaje.

El movimiento cinematográfico está determinado por una escala de ángulos  y planos, que le indican al espectador bajo que dimensiones aparece en el recuadro el personaje o los personajes de la cinta. Además, dentro del recuadro, los personajes y los objetos poseen un movimiento propio que debe también ser dinámico.

En segundo lugar, la imagen del cine debe tener Ritmo. En este aspecto, el cine se parece un poco a la música. Mientras el director y el jefe de montaje dan a cada plano y a cada secuencia su duración, dimensión y forma adecuados, la película va apareciendo como una melodía, como un poema. El espectador no siente los cambios de espacio real, porque la unión de las escenas es tan sutil que da la sensación de una continuidad.

Hasta aquí el espectador posee dos elementos para calificar una película desde el punto de vista estético: movimiento y ritmo.

Como un tercer elemento complementario podría añadirse la estilización, es decir el tratamiento especial que el cine de al espacio y al tiempo. Es indudable que una acción no puede desarrollarse en la pantalla con su duración real. Cada cinta sería extensa y aburrida. De acuerdo como los creadores den a las secuencias la duración interna adecuada, el espectador podrá comprender el tiempo en que transcurre la acción. Con el espacio, la situación es similar, y solo hay que agregar que siendo el cine, un arte del movimiento, debe haber en cada película una dinámica, una variabilidad del espacio.

Es obvio que tal como están consignados aquí, no podrán sino utilizarse débilmente los elementos de apreciación del cine. Pero al menos, sirven para profundizar  sobre cada uno de ellos. Tal es la tarea de los amantes del cine: hacer comprende a todos su mensaje, fácil pero desconocido.

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