Un recuerdo con Paco Ibáñez

 Mario Delgado


En tiempos de La Rueda, finales de los 70s e inicio de los 80s, tiempos iniciáticos para sus integrantes por el descubrimiento de la cultura en sus múltiples matices, de acercamientos a la pintura, la música, la literatura y la historia. Recuerdo que Óscar Sakanamboy había estudiado pintura en Cali y el movimiento de los impresionistas franceses era motivo de nuestras conversaciones alrededor de los largos tintos en el café Alcazar, en la esquina del movimiento, la esquina mas bullente de las cuatro en el centro de Popayán.

Después de los tintos se pasaba quizás a una media de aguardiente caucano o para más movilidad, a una peripatética botella de vino para esperar la noche y el resto de amigos y luego beberla por los parques en los atardeceres pasmosos de la ciudad. 




En la música, además del entusiasmo que despertaba en los ánimos juveniles las canciones de Joan Manuel Serrat, estaba la voz profunda del español Paco Ibáñez que acompañado de su guitarra musicalizaba poemas de Federico García Lorca, León Felipe, Antonio Machado, Luis de Góngora. Fue censurado cuando vivía en Barcelona por el franquismo impidiéndole presentar recitales en España.

Un poema de León Felipe musicalizado nos entusiasmaba:


Ya no hay locos


Ya no hay locos, ya no hay locos

ya no hay locos amigos, ya no hay locos.

Ya no hay locos, ya no hay locos,

ya no hay locos en España, ya no hay locos.


Se murió aquel manchego,

aquel estrafalario fantasma del desierto.

Ya no hay locos, ya no hay locos, 

ya no hay locos amigos, ya no hay locos.


Todo el mundo esta cuerdo,

terrible, horriblemente cuerdo.

Ya no hay locos, ya no hay locos,

ya no hay locos, ya no hay locos.


¿Cuándo se pierde el juicio?

Yo pregunto: ¿Cuándo se pierde, cuándo?

Si no es ahora, que la justicia

vale menos que el orín de los perros.


Ya no hay locos, ya no hay locos

ya no hay locos en España, ya no hay locos...



Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña histórica del cerro de las Tres Cruces de Popayán

Dos poemas de Enrique Buenaventura

De Federico García Lorca, un fragmento de Poeta en Nueva York

Los cafés de Popayán y de mis viajes