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Yo viví el terremoto de Popayán: crónica de un sobreviviente

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Germán Mendoza El Universal, 31 de marzo de 2013 A las 8 horas 12 minutos y 5 segundos del 31 de marzo de 1983, un Jueves Santo que había sido precedido por tres días de calor inusitado y por un aguacero torrencial de dos horas la víspera, a los habitantes de Popayán nos estremeció un poderoso ruido de avión a propulsión, cercano y aterrador, seguido por un movimiento vertical repentino y breve, y luego otro movimiento horizontal más prolongado, hasta terminar en un impacto seco, como si dos enormes tractomulas se hubieran chocado de frente. Fueron 18 segundos interminables de un terremoto de 5.5 grados en la escala de Ritcher, que destruyó a Popayán hace 30 años. Según el Instituto Geofísico de los Andes, el epicentro del sismo fue ubicado a 46 kilómetros al suroeste de la ciudad y el hipocentro a 4 kilómetros de profundidad, y la energía liberada fue equivalente al estallido de 500 toneladas de TNT o a una explosión nuclear de 10 kilotones. Una mujer mira desconc

Editorial de la 19° Entrega de Expreso Suroriente, el magazín cultural

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Jaime Cárdenas L a fragilidad que se observa en los ecosistemas y el peligro consecuente que se cierne sobre la humanidad por su descuido, se constata también en las conquistas más recientes de la civilización frente a los derechos humanos, y conceptos  fundamentales del liberalismo clásico que se han ido fortaleciendo con el esfuerzo continuo de la sociedad. Entre esos derechos la privacidad, asociada a la libertad de pensamiento y al libre desarrollo de la personalidad tiene un lugar especial dentro de las cartas políticas de los países que se reclaman con un estado de derecho. Sin embargo, los tiempos que corren son sombríos. Las revelaciones del ex analista del Servicio Nacional de  Seguridad Edward Snowden han mostrado al mundo lo que antes parecía ciencia ficción. La metáfora del gran hermano que todo lo controlaba y lo ve, invención de ese gran maestro de la pluma y de la ética, George Orwell ,   es una realidad. Es de tal magnitud las revelaciones de los alcances

Luis Cernuda: "El poema es un espacio público"

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Luis García Montero en EL País de España "Primero: la poesía no es un ejercicio expresivo de la interioridad de un autor, sometido solo a su propia sinceridad inmaculada. Segundo: el poema es un espacio público, objetivo y su dimensión depende de que sea habitado y vivido por el lector. Tercero: más que expresar lo que se siente, trabajar un poema significa crear los efectos necesarios en el texto para que el lector haga suya la experiencia. Cuarto: más que espectáculos de ingenio y retórica, se vuelve fundamental en el taller la capacidad de imaginar el lenguaje y la estructura que permiten la presencia viva del lector. Estos son los principios de la elaboración, los esfuerzos para acoplar formas y contenidos. Esta unidad lírica imprescindible no surge de una verdad expresiva espontánea, sino de una escritura calculada y convertida en ética, en imaginación moral." Luis García Montero y Almudena Grandes

En una estación del metro, un poema de Oscar Hahn.

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Oscar Hahn D esventurados los que divisaron  a una muchacha en el metro y se enamoraron de golpe y la siguieron enloquecidos y la perdieron para siempre entre la multitud Porque ellos serán condenados a vagar sin rumbo por las estaciones Y a llorar con la canciones de amor que los músicos ambulantes entonan en los túneles Y quizás el amor no es más que eso: Una mujer o un hombre que desciende de un carro en cualquier estación del metro y resplandece unos segundos y se pierda en la noche sin nombre

25 septiembre 2013, el libro de la Rueda ya está impreso

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Mario Delgado F inalmente el libro sobre La Rueda fue impreso y se distribuye en Popayán; termina un esfuerzo iniciado casi hace 5 años atrás . Sin embargo, debemos con Oscar Sakanamboy y Gonzalo Buenahora, los otros editores, decidir sobre su distribución y lanzamiento . Cuenta con dos prólogos, uno mío y otro basado en la remembranza que Carlos Fajardo hizo del grupo el pasado abril en el auditorio del Banco de la República. Las siete revistas que se publicaron en Popayán entre 1979 y 1985 conforman el cuerpo del libro. Luego se publican tres relatos de los tiempos de la Rueda y una selección de los poemas en la página literaria de El Liberal que dirigía Germán Mendoza. El epílogo corrió a cargo de Gonzalo. Portada del libro de La Rueda La portada es una ilustración de María Stella Perafán hecha para La Rueda 4 y que ella gentilmente accedió a que hiciera parte de este libro. La diagramación la llevó a cabo con gran paciencia Jairo Troppa, de Temuco, Chile quien ta

En la crudeza de la tierra caliente: Álvaro Mutis

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"Cala tu miseria, / sondéala, conoce sus más recónditas cavernas. /Aceita los engranajes de tu miseria, / ponla en tu camino, ábrete paso con ella / y en cada puerta golpea / con los blandos cartílagos de tu miseria. Cultiva tu miseria, / hazla perdurable, aliméntate de su savia, / envuélvete en el manto tejido con sus más secretos hilos"/ "No mezcles tu miseria con los asuntos del día". Álvaro Mutis Darío Jaramillo El Pais, España, 24 septiembre 2013 E l trópico no es solo exuberancia. También es humedad, lento deshacerse, podredumbre. Detrás de aquél verdor de postal, muy lentamente, los árboles se entregan a una muerte parsimoniosa e inexorable que les vendrá con los años pero que desde siempre está allí, fatal, invisible, disfrazada de un esplendor que disimula la decadencia y un horror que se impone como ley sin necesidad de manifestarse explícitamente a los sentidos. Allí, entre la lluvia, también el destino de los hombre se debate entre un pasado que

Un poema de Seamus Heaney

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Desde la frontera de la escritura Seamus Heaney (1939-2013) La tensión y el vacío alrededor de aquel espacio cuando el coche para en la carretera, las tropas inspeccionan el modelo y la matrícula y, mientras uno de ellos inclina la cabeza hacia la ventana, te percatas de que hay más apostados en una colina, más adelante, que te apuntan atentos detrás de fusiles mecidos que te controlan y todo es pura interrogación hasta que un rifle te hace una señal y avanzas con aceleración despreocupada, vigilada un poco más vacío, un poco agotado como sucede siempre con este estremecimiento del yo, sojuzgado, sí, y obediente. Y continúas conduciendo hasta la frontera de la escritura donde todo vuelve a suceder. Los fusiles en los trípodes; el sargento con la radio portátil repitiendo tus señas, a la espera del grito de autorización; el francotirador que se entrega contigo lanzándose sobre ti desde el sol, como un halcón. Y de repente ya has cru

Presentación en la solapa del libro de la Rueda

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Este breve texto lo ha escrito Oscar Sakanamboy para la solapa del libro de La Rueda que se está imprimiendo en Pasto y que estará listo a finales de septiembre de 2013. Resume con gran acierto el aquelarre juvenil de esos tiempos. U n grupo de jóvenes, la mayoría universitarios, suscribía a manera de Manifiesto a finales de la agitada década del 70 del siglo XX, en el Centro Histórico de Popayán, el siguiente texto: ” No somos/ los libertadores del mundo/ encaramados en caballos galopantes,/ no tenemos toda la verdad/ encerrada en nuestras voces,/ no somos los únicos/ que podemos usar el verbo y la palabra,/ no encontramos muchas veces/ la esencia de las cosas porque se nos queda algo en ellas…/ no somos los mejores/ ni más queridos ejemplares de la especie/ y no permitiremos que nos juzguen/ quienes no nos oyen…”   Tal era el talante de los miembros del llamado Grupo Literario La Rueda .  Su verdadero aporte a la cultura de la época está por definirse. En el aquel