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El grupo de la Rueda y sus actividades culturales en Popayán

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Mario Delgado Felipe García ha pedido a Gonzalo y a mí que hagamos sendos testimonios de La Rueda. Aquí va el mío. Generación Así era en las endiabladas noches del asombro: luchaba por obtener el pasaporte del sueño Adelante, la compañía de embriagadores y su adorada música de sándalo: el escanciador de soledades en medio, toda la tropa de rapsodas: los ungidos por la vanidad de las palabras, los destronados los invictos en retaguardia, la compañía dejada en el camino, el enlace posible de otros días y más atrás aún, el quieto uniforme de visita, el adormilado ladrón de cafetines, el abandonado Cristóbal Gnecco en La Rueda 5 L a arquitectura colonial y blanca del centro de Popayán, con sus plazuelas y parques, fue el lugar propicio para que un grupo de jóvenes, la mayoría estudiantes de la universidad del Cauca, conformaran un movimiento cultural que llamaron La Rueda.  Eran una curiosa amalgama de hombres y mujeres en sus veintes, pr

Un poema de Cristóbal Gnecco

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El espejo de la historia se ha astillado ya no somos ellos ni somos ya nosotros. Cristóbal Gnecco A hora que ingreso en los espacios derruidos donde sólo las tinieblas se adueñan de las cosas y danzas caducas se bailan al ritmo de violines muertos, me doy cuenta de que también el polvo se acumula en las personas y las cosas que piensan se van oxidando lentamente por no subir por los senderos empinados por no asomarse a la luz del día donde todo se repone y purifica.

Popayán, 1980

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Mario Delgado La vida es apenas un puñado de gestos... Piedad Bonnet É ramos, entonces, una generación de ojos abiertos, de amigos no tan amigos que hablaban de palabras recobradas en las esquinas de la ciudad blanca -un desmesurado parque para gozar de la noche y el peso del vino en la mano para alargar el instante demasiado finito-. Éramos, sí, un corazón en cada frase. Golpeábamos por eso el alma de los muertos y de los próceres viejos de la patria. Pero también teníamos la tristeza de saber que las buenas conciencias se malgastan y se pudren en el tiempo. Popayán, 1980 W e were, then, a generation of open eyes, not-so-friendly friends speaking of recovered words in the corners of the white city —an immense park to revel in the night  and the weight of wine in hand to prolong the all-too-finite moment. Yes, we were a heart in every sentence. For that, we struck the souls of the dead  and the old leaders of the homeland. But we also had t

La memoria del tiempo de La Rueda se preservará en forma de libro.

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Escultura de Edgar Negret C on qué ferocidad y a qué hora importuna Salen tus veinte años de la fotografía para exigirme cuentas. Luis García Montero "Cuarentena" en La intimidad de la serpiente. F elipe García, el editor,  nos escribe un mail a Gonzalo y a mí con una buena noticia: el grupo Poliedro de la Universidad del Cauca acoge el libro de la Rueda en su colección "Letras Aplazadas" que edita junto a la Gobernación del Cauca. Será entonces una coedición.  Tendremos este fin de semana..o quizás este fin de mes... los textos que Felipe ha elegido para una revisión final. Volverán al menos en el papel y la memoria a rodar los años de La Rueda...

Celebración de las bodas de la razón y el corazón

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Calle Tercera, Popayán ¿ P ara qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos? Desde que entramos en la escuela o en la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón. Sabios doctores han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad. Eduardo Galeano

Un poema de Jochi Garcés publicado en La Rueda 2

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Portada de Luis Carlos Palacio C asandra Recuerdas llevabas pintura roja para los muros pancartas sobre las mesas policromadas en tus ojos angustia y en las paredes letras -molde- pintadas con color de rebeldía !Casandra! Ahora tenemos en las manos ampollas de tiempo muertes que nos esperan sigamos el camino con nuestros pies de arcilla OSCAR GARCÉS ARIAS 1969

De los 80´s

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Tomado de "Los ochenta, la década del miedo" de Carlos Fajardo . “Todos matamos y nos pasábamos el cuchillo, porque matar cansa” (Asesino, en el Edificio Diners de Cali, 1984)  E n 1980 los cables de prensa informan que el poeta e inspirador de nuestros primeros amores, John Lennon, fue asesinado por Mark Chapman de veinticinco años, Reagan tomaba las riendas del país del norte haciéndonos pensar en malos augurios -que se cumplieron-; Somoza era ajusticiado en Asunción; Monseñor Romero asesinado en el Salvador; Jean Paul Sartre moría como los mayores, en su París, un día 15 de abril a los 75 años, y Pambelé, el gran “Kid”, caía a la lona derrotado en su primer asalto, y aún más, Mohammad Alí, nuestro ídolo, daba su corona a Larry Holmes para jamás volver a conquistarla. Tal vez nosotros también caímos aquel año ante tanta derrota y sentimos que la década no iba acorde a nuestras dichas.  Lennon en una portada de Rolling Stone  Muchos escribíamos ya por

Celebración en el Sotareño de la lectura de poesía de Carlos Fajardo en Popayán

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Felipe García, que alguna vez dijo que sería el editor del libro de La Rueda con Carlos Fajardo Aparecen entre otros en El Sotareño al lado de varias polas, Felipe García, Cristóbal Gnecco, Rafael Albán, Richi Muñoz, la mona Vicky y Carlos Fajardo. E l Sotareño y su dueño Agustín siempre han sido el refugio de los universitarios en Popayán. Su ambiente bohemio, la música que proviene de viejos y cuidados vinilos, el ambiente de camaradería y la comprensión de viejo cantinero de su dueño, son los ingredientes para una noche de bohemia o de encuentros inesperados como éste, de miembros de La Rueda celebrando la poesía del inagotable Carlos Fajardo .  En el sector histórico de Popayán, el lugar de Agustín Sarrias es una referencia clásica de la ciudad universitaria. Pueden acompañarse los tragos con tangos de arrabal, música de caribe, viejos boleros y aun baladas setenteras y las primeras canciones de Serrat. Fotografías y recuerdos penden de sus paredes y aunque e

Reseña del libro "Navíos de Caronte" de Carlos Fajardo

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“Navíos de Caronte”. Poesía. Carlos Fajardo Fajardo. Común Presencia Editores, Bogotá, 2009. Felipe García Quintero fgq1973@hotmail.com Periódico El Liberal. Popayán, Colombia http://www.elliberal.com.co/index.php/noticias/lo-nuestro/navios-de-caronte.-poesia.html D urante la década de los ochenta, la actividad literaria en Popayán estuvo liderada por el grupo “La Rueda”. A ese grupo de entusiastas universitarios debemos la publicación de 7 entregas de la revista homónima, cuya memoria impresa hoy día se constituye en el legado literario de una época de cambio, recordemos, signada por la transformación forzada a que tuvo lugar la ciudad luego del sismo del 31 de marzo de 1983. El estatuto literario que regía por entonces se ve cuestionado cuando uno vuelve a los artículos, poemas y relatos publicados tanto en la revista como en una página de El Liberal, bajo la coordinación de Germán Mendoza, que por igual divulgaba las nuevas letras locales. Lo anterior, a su vez, encontró

Jaime Cárdenas publica "El arca de Noé y otras fábulas"

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J aime Cárdenas está muy activo en la escritura. Ha publicado El arca de Noé y otras fábulas en Ediciones Expreso sur oriente. Son cuarenta y seis fábulas que refrescan este género literario y que sorprenden por su actualidad. Algunos títulos: El ingeniero venado, El cordero y el burro ciego, El tigre ecologista, El taita y el yage. Transcribo una de ellas: La reina de las aves "Por siempre, la corona de la belleza la habian ganado las gallinas. Cada año una rozagante y pechugona gallina era elegida reina de las aves. Pero los tiempos cambian y en esta oportunidad el título le correspondió a una joven y espigada garza. Las gallinas no se dieron por vencidas: su estrategia los aeróbicos, el maíz light , la liposucción y otras técnicas no menos audaces y eficaces. Recuperaron el cetro y la corona pero perdieron en competitividad y mercadeo. Solo ponian medio huevo". Las chicas plásticas que esparcen montañas de dinero a los cirujanos, clínicas y an

Los avatares de la edición del libro de La Rueda

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N os hemos reunido en Popayán los editores del libro de La Rueda. Después de indecisiones parece que el libro va por buen camino. Sin embargo en los primeros días de julio, Gonzalo y yo estuvimos inquietos por la frase en un correo electrónico del editor principal Felipe García: "El libro va y no va". Parece que asi va todo: la situacíon nacional bajo Uribe, la Universidad del Cauca bajo Danilo, Popayán bajo el ineficiente alcalde actual: Colombia va y no va. Y en ese vaivén adormecedor, bajo la modorra de los caprichos del Ubérrimo...vamos y no vamos. Bueno, pero el libro finalmente va. Asi que esperamos las pruebas para finales de Agosto.

Política cultural en Colombia

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Uno de los ejemplares de la colección popular P asando las páginas de un libro centro de mesa sobre la literatura colombiana editado por la presidencia de Colombia, con foto a primer plano del mesiánico destructor de la frágil democracia colombiana, miro con detenimiento las editoriales de los libros. Me detengo en la novela de Alba Lucía Angel, Estaba la pájara pinta... editada por el Instituto Colombiano de Cultura. Una colección donde muchos de los integrantes de La Rueda leyeron lo más nuevo de los autores del país a finales de los 70´s. Es más, gracias a esos libros muchos pudieron comprar esas colecciones populares a bajos precios y armar con orgullo sus primeras bibliotecas. Es posible que si se hurga en las bibliotecas personales, muchas guardadas con grandes celos, aparecerán no solo algun ejemplar con el buho doble en la carátula, la edición de bolsillo limpia y manejable, sino tambien los discos de difusión de la música de Bach, Mozart, inasequibles por otro medio para