Política cultural en Colombia, bajo Uribe, una mala hora
Mario Delgado
Pasando las páginas de un libro sobre la literatura colombiana editado por la presidencia de Colombia, miro con detenimiento las editoriales de los libros.
Me detengo en la novela de Alba Lucía Ángel, Estaba la pájara pinta... editada por el Instituto Colombiano de Cultura. Una colección donde muchos de los integrantes de La Rueda leyeron lo más nuevo de los autores del país a finales de los 70´s. Es más, gracias a esos libros muchos pudieron comprar esas colecciones populares a bajos precios y armar con orgullo sus primeras bibliotecas. Se vendían en los quioscos, en las calles. Es posible que si se hurga en las bibliotecas personales de la generación de La Rueda, muchas guardadas con grandes celos, aparezcan no solo algún ejemplar con el búho doble en la carátula, la edición de bolsillo limpia y manejable, sino también los discos de difusión de la música de Bach, Mozart, inasequibles por otro medio para muchos estudiantes de la época.
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Uno de los libros de la colección popular de Colcultura |
Colcultura no solo publicó los libros y los LP, sino Gazeta, una revista cultural en gran formato. En el cuerpo editorial de Colcultura habían historiadores de arte, historiadores, poetas y escritores de renombre: Jaime Jaramillo Uribe, Jorge Eliécer Ruiz, Otto de Greiff, el maestro Abadía, García Márquez. Así se formaron lectores de una generación, se apreció música, se aprendió historia de Colombia, se reforzó el amor al país.
Comento con mi cuñado que, con el costo de la edición del libro de propaganda de una tirada de cien mil ejemplares, de supuesta cultura durante el gobierno de Uribe, cuyo director es Plinio Apuleyo Mendoza, patrocinado por Telefónica, la multinacional española aliada de este gobierno, y con pésimas fotos retocadas, se hubiera podido crear y difundir entre los jóvenes que se olvidan rápidamente del pasado en el matrix de la cotidianeidad colombiana, una colección de nuevos autores a la manera del encomiable esfuerzo del Instituto Colombiano de Cultura de ese entonces.
Que yo sepa, estando en 2009 no se ha repetido una política de difusión de la lectura en más de dos décadas. Los últimos seis años en Colombia han sido de oscuridad cultural y la oficial con chauvinismo ramplón de la vulgar manilla tricolor y del himno nacional como una marcha para que los compradores inicien su "bienestar" en los almacenes Éxito. Una oscuridad que nos aísla a nosotros de nosotros. Mala vaina esta mala hora.
Recuerdo haber leído en EL País de España, dedicado ahora último a una descarada propaganda del régimen de Uribe, una entrevista a la actual ministra de cultura quién afirma que su cargo, dentro del gobierno que compra reelecciones, es por méritos. Vaya mentira!
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