Libro sobre la historia del sindicato de profesores de la Universidad del Cauca

 


Mario Delgado-Noguera


En el corazón de Popayán, donde las calles coloniales parecen susurrar la tensión entre las historias de resistencia y cambio, se erige la Universidad del Cauca. En este escenario, el sindicato de profesores, ASPU ha sido más que un gremio; ha sido un bastión de lucha por la autonomía universitaria y la defensa de la educación pública. Este libro, cuya edición ha estado bajo mi cuidado, es una obra del profesor jubilado de la Facultad de Educación, Luis Hernando Rincón Bonilla (Cali, 1945). Su libro nos lleva a través de las décadas de resistencia, desde los años sesenta hasta los primeros desafíos del siglo XXI. ​


Foto de Brenda Millán



En el prólogo y en las notas al pie, traté no solo de introducir al lector en la historia del sindicato de profesores de la Universidad del Cauca, sino que también enmarqué la obra dentro de un contexto más amplio de lucha social y política en Colombia. Me he referido a los historiadores Ernst Cassirer y Mauricio Archila para aportar perspectiva al análisis, destacando cómo las universidades públicas son microcosmos de las contradicciones sociales y políticas e invito a pensar críticamente sobre el papel de la universidad en la construcción de una sociedad más justa. ​

En ese contexto, siguiendo a Archila, los movimientos sindicales de los profesores van más allá de la reivindicación salarial porque han buscado la confrontación contra la exclusión y han sido, por otra parte, propositivos en la trasformación y en la preservación del carácter público de las universidades como la Universidad del Cauca. Por lo tanto, si bien muchas de las acciones han estado centradas en demandas específicas como condiciones salariales y laborales, la lucha sindical tiene un carácter estructural y transformador como un movimiento social.

El profesor Rincón relata los primeros logros de ASPU seccional Universidad del Cauca, tras su fundación en 1973 y el reconocimiento legal de su junta directiva en 1975, incluyeron avances significativos en la representación y bienestar del profesorado. Permitieron la participación en órganos de decisión universitarios, la lucha por el adecuado financiamiento, la promoción de sus candidatos del sindicato al Consejo Superior y la creación una cooperativa de profesores para apoyar su bienestar. Estos logros iniciales sentaron las bases para consolidar a ASPU como un actor clave en la defensa de los derechos laborales de los profesores y unirse a la lucha universitaria y gremial por la educación pública en Colombia. ​

La narrativa del libro, comienza en un contexto de modernización forzada, donde las políticas internacionales, lideradas por Estados Unidos, buscaban transformar las universidades en fábricas de tecnócratas. El "Informe Atcon" y la influencia de fundaciones como Rockefeller y Ford marcaron el inicio de una batalla por la autonomía universitaria. En este marco, ASPU surgió como una respuesta organizada, un clamor colectivo que buscaba proteger la esencia crítica, afianzada en las necesidades del país, y democrática de la educación superior. ​

El terremoto de Popayán en 1983 no solo sacudió los cimientos físicos y el devenir de la universidad. ASPU-Cauca, lejos de quedarse en la quietud después del desastre, lideró la reconstrucción, demostrando que la solidaridad y la organización pueden superar incluso los desastres naturales. Fue en este momento que nació FONDUC, un fondo que simboliza la capacidad de los profesores para transformar la adversidad en oportunidad. ​

La década de los noventa con la nueva Constitución de 1991, trajo consigo la Ley 30, una normativa que, aunque reconoció la autonomía universitaria, la redujo a un "servicio público" y la sometió a un desfinanciamiento progresivo. ​ ASPU, junto con otros movimientos, se opuso de una manera crítica, organizando asambleas permanentes y movilizaciones que marcaron cambios en la historia de la educación superior en Colombia. ​La resistencia no fue solo contra las leyes, sino contra un modelo neoliberal que amenazaba con convertir la universidad en una empresa más. ​

El siglo XXI no ha sido menos desafiante. Desde la imposición de modelos gerenciales hasta la precarización laboral de los profesores, ASPU ha mantenido su papel como defensor de los derechos laborales y la calidad educativa. Las movilizaciones de 2018, lideradas por estudiantes y profesores ocasionales, demostraron que la lucha por la educación pública sigue viva, aunque los obstáculos sean cada vez más complejos. ​

Como editor, introduje entrevistas en los anexos. A través de las voces de Diego Jaramillo, Diego Cáceres y Liset Campos, trato de dar vida a las luchas y tensiones que han marcado la historia de ASPU. ​Cada entrevista aporta una perspectiva de un momento en la historia del sindicato: Jaramillo nos transporta a los años de la Guerra Fría y la influencia de Estados Unidos en la educación superior; Cáceres nos muestra las tensiones internas y las luchas sindicales en la última década; y Campos nos ofrece una visión contemporánea de los desafíos que enfrentan los profesores ocasionales y catedráticos. ​Con estas entrevistas trato de complementar el manuscrito original y enriquecerlo, ofreciendo una visión más completa y humana de la historia sindical. 

Este libro no es solo una crónica de eventos; es un llamado a la acción y al movimiento de la memoria. En palabras de William Ospina, citadas por Rincón Bonilla, "el propósito de la educación no puede ser hacernos exitosos y rentables". ​nos desafía a cuestionar las narrativas dominantes, a resistir la tentación de la complacencia y a luchar por una educación que sea verdaderamente inclusiva y transformadora. Revela el papel del sindicato en la defensa de los derechos laborales y la autonomía universitaria en la Universidad del Cauca, explorando la resistencia continua a políticas neoliberales que se han incrustado en las universidades públicas y develando la lucha por la participación de los profesores en el devenir universitario.

Más que una crónica, este libro es una memoria viva que inspira la pasión por los ideales y el compromiso de generaciones pasadas y las actuales; la emoción y la acción en defensa de la educación pública y los valores democráticos.

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