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Envío. Un poema de Rafael Albán publicado en La Rueda 7

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La Rueda 7, ilustrada por Rodrigo Valencia Quijano E NVÍO E nemigo de odas, elogios y epitafios, siempre entendí el poema como la encarnación del sufrimiento, la exaltación y el sueño; Mis primeros encuentros con el verso fueron como sucede de ordinario: mucha lánguida luna, mucho cándido amor, mucha clausura de colegio. La noche me enseñó a puñetazos que no se escribe el verso: se taladra Y es la vida la roca que se graba, y es la muerte la herida que se ensancha. Usted sabra excusar si lo importuno, si un viento de pesagio perturba su silencio. Mis pájaros oscuros se niegan a volar en cielo descubierto.  La Rueda 7, Febrero 1985

Los baby teachers: hijos del neoliberalismo

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Carlos Fajardo   Carlos Fajardo H ijos del neoliberalismo –en realidad neoconservadores- han sido educados para obedecer, aceptar y aplicar las ordenanzas de un capitalismo mordaz. Alabar y no rechazar son sus slogans. Con tales actitudes aspiran a fortalecer los regímenes antes que a mostrar sus debilidades.  Son los nuevos técnicos del pensamiento. Alfabetizados en las tecnologías, han hecho de éstas un tótem supremo desde las cuales creen conocer en profundidad el mundo, la realidad del mismo. Despolitizados, des-socializados, individualistas y tecnócratas, se estremecen ante la palabra confrontación. Seguidores del pensamiento utensiliar, son monaguillos que vuelven culto los reglamentos autoritarios de la educación. Son los baby teachers de las universidades: eficaces, eficientes, autómatas bilingües, “todo terreno”, choferes de las tecnologías. Gestionan sin queja la dictadura normativa de las llamadas investigaciones universitarias. Hijos del neoliberalismo, baby t

De los estudiantes colombianos a la indignación global

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Mario Delgado L a indignación crece en el mundo. Los dineros públicos en Estados Unidos y en Europa van hacia el rescate de la banca mientras se recortan beneficios sociales de los estados de bienestar. En Latinoamérica los estudiantes protestan por su futuro –no quieren ser autómatas, máquinas que repiten el mismo discurso de siempre- y, particularmente en Colombia, donde la protesta había sido satanizada como terrorismo, la movilización masiva de estudiantes ha hecho que el gobierno retire un proyecto de Educación Superior que en resumidas cuentas convertía la educación en un negocio más.  Muchos coinciden en que la educación es el motor que impulsa la equidad y el desarrollo democrático y se dice que un pueblo ignorante vive de ilusiones, desperdicia sus recursos y no distingue el discurso real de una prédica demagógica. El camino que debe recorrer  un estudiante colombiano de las clases populares en una sociedad fuertemente estratificada como la colombiana, es

Retratos en un mar de mentiras, una película que describe a la Colombia actual

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Mario Delgado E n reciente  entrega de la revista Arcadia dedicada a las  interesantes facetas culturales que presenta Medellín, me llamó la atención una frase referente al cine que hacen los paisas. El columnista, Ricardo Silva, señalaba que los cineastas de la región están aprendiendo a narrar la violencia. Creo que eso es lo que ha pasado con la película “ Retratos de un mar de mentiras ” del director Carlos Gaviria, que ha sido reconocida con el Premio Ciudad de Venecia . Un premio creado por la alcaldía de Venecia para las películas de empeño social provenientes de países del Tercer Mundo. Aparte de la polémica existente en la violencia como temática preponderante en el cine colombiano, el espectador en el cine quiere simplemente que le cuenten bien una buena historia. Los actores Julio Román y Paola Baldión Retratos en un mar de mentiras (2010) relata uno de los miles de dramas que acosan a los colombianos desplazados  y que han perdido su tierra y desean recu

Alvaro Pío Valencia, centenario de su natalicio

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Jaime Cárdenas En el centenario del natalicio de Álvaro Pío Valencia (1911-1998) E n el siglo XIX, el Cauca fue centro económico y político. Con el declive de las haciendas esclavistas y con la consolidación de la centralización política que se concreta en la Constitución de 1.886, el Cauca pierde esa importancia nacional. Queda entonces el registro de  su protagonismo y la narración de la épica y la letra menuda de sus guerreros. Popayán , la hermosa ciudad asentada en el valle de Pubén, se encierra en su propio mundo, como en un sueño. Una voz surgirá en el siglo XX desde esta villa,  la del  poeta Guillermo Valencia, que llegará hasta la distante Santa Fe de Bogotá con sus poemas modernistas y con su palabra de político lírico. Como poeta Valencia alcanzará  prestigio en el continente. Su trascendencia en las letras generó y sigue generando polémica. García Márquez, escribió, en su contra, un escrito en nuestro criterio injusto. Por su parte, el gr

"Relatos en busca de un título", el nuevo libro de relatos de Felipe Solarte

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F elipe Solarte, periodista de Santander de Quilichao, rodó con La Rueda en los 70´s-80´s y en su libro de relatos que ha publicado en Popayán este año, con Ediciones Popayán-Positiva, recrea los hechos y la voz de los jóvenes de la época, agitada por el ambiente político nacional y las profundas transformaciones culturales de los cuales fueron herederos tardíos. Fueron escritos entre 1979 y 1983, luego de pasar brevemente por la facultad de Medicina de la Universidad del Cauca y de experimentar el quehacer atropellado con los grupos de la izquierda, con su dialética y su desencanto.   Felipe recorrió con La Rueda sus caminos etílico-literarios aunque, como él mismo lo señala en el prefacio del libro, no se atrevió en ese entonces a compartir lo que escribía. Sin embargo, ahora los publica después de treinta años, y los ha retocado pensando principalmente en su valor testimonial.  Es emocionante pensar cómo Felipe Solarte soltó las amarras del viejo maletín don

Otoño en el café-bar, nueva publicación de Oscar Sakanamboy

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E n este relato, la ciudad evocada más no nombrada, y el otoño como una estación no solo del tiempo sino de la vida misma, crean la atmósfera donde Theo, un ser solitario, situado entre el tedio y la desesperanza, busca algún significado a su existencia. El café-bar es el lugar de encuentro para circunstanciales personajes, quienes entran y salen de su vida sin mayor protagonismo . El amor, el desamor, el exilio, la existencia, la falta de secuencia dramática, la realidad ambigua y decepcionante, el absurdo, los recuerdos y apreciaciones literarias y políticas son los temas recurrentes que Oscar Sakanamboy , en un lenguaje cercano a la poesía, quiere que perduren en la memoria colectiva.  Buenos Aires, la mítica ciudad austral, con el lunfardo de sus porteños; sus añoranzas y costumbres constituyen, también, el otro personaje de la nouvelle . Oscar Sakanamboy , médico, fue uno de los integrantes más activos en la primera época de La Rueda. En 1981 con Edici

Reseña histórica del cerro de las Tres Cruces de Popayán

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  Gonzalo Buenahora Durán La cordillera Occidental desde las Tres Cruces A los conquistadores y cronistas, una de las cosas que les llamó la atención del valle donde iba a surgir la ciudad de Popayán , fue el cerro recostado contra la cordillera Central que tenía forma de M. Tal vez por esa causa decidieron ubicar la plaza de la ciudad enfrente de él. El cerro estaba tupidamente poblado de bosque primario, y hacia allí los indígenas que vivían sobre la suela plana (el templo estaba localizado en el llamado Azafate de Moscopán, más al sur), escaparon apenas tuvieron noticia de españoles en sus predios. Desde el cerro de la M los indios “daban grita” infructuosa sobre los recién llegados, mientras aquellos (los soldados de las huestes de Ampudia y Añasco) merodeaban por el lugar y evaluaban la posibilidad de pernoctar. Lo trataron de hacer el el templo del Azafate, que era de guaduas vivas tan gordas como la cintura de un hombre, pero no pudieron porque la

“Un país que consume más es un país feliz”

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Mario Delgado "El signo estampado sobre cada cuerpo y cada  alma es el precio". Octavio Paz. M arc Augé, un antropólogo francés dice que en el capitalismo el índice de consumo es el índice de salud de un país. Y en España, que está en plena crisis, los diarios que quieren dar un dato alentador, anuncian que las ventas de carros subieron en algunas unidades el mes pasado y cosas así. Se consume un poquito más. Y ese tipo de información que quiere fervientemente ser optimista en medio de las caídas de las bolsas, del incremento del techo de la deuda de los Estados Unidos, de los ataques a los Estados  de bienestar se ha vuelto machacante y llena de contradicciones. E n Barcelona anochece y descanso un poco del trajín de verano cerca de la torre Agbar, sede de una multinacional del agua. Miro las luminarias de diseño que iluminan la plaza de la Farinera, vecina a la imponente torre iluminada de violeta y azul y al moderno tranvía que pasa. Estos tres e

Un poema de Hilda Restrepo en la Rueda 3

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Palabras Dalí V enían a mí replegadas de sabores y angustias como luces de bengala  sobre la noche... Pegaditas unas a otras, hermanas del misterio, cristales enmohecidos  de tiempo... La poesía femenina en La Rueda

Godot, un poema de Oscar Sakanamboy

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GODOT A brí mis ojos en un pequeño y frío pueblo. De niño vivo en otro más grande y caluroso. Quería andar conocer el ancho mundo de los hombres, gasté mi pequeña fortuna visitando templos Óscar Sakanamboy palacios y cuidados parques, elaborados museos.. Crucé mar y cielo en pájaros de fuego perdido en angostas calles placenteras noches de amor. Pero desde hace algunas lunas siento que soy un vagabundo frente a otro como yo bajo la sombra del árbol, parado en un camino que conduce a ninguna parte esperándolo. Me han dicho que vendrá pero al ver pasar las horas y los días los días y las horas tengo esta rara incertidumbre.

A propósito de la serie televisiva La Pola

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A Propósito de la serie televisiva de “La Pola ” Mario Delgado Carolina Ramirez como La Pola enfrenta  al chapetón Sámano,  el actor español Manuel Navarro E n un país con poca memoria como Colombia bien vale el éxito de una telenovela o, más bien de una ficción histórica, en televisión como La Pola. De Policarpa Salavarrieta mis referentes eran escasos: las lecturas entrecortadas en los años del bachillerato, el parque principal en Ipiales, un municipio de Nariño, el billete de dos pesos y luego el de diez mil, la estatua que existe en Bogotá y que la he visto siempre de pasada en medio de un estanque y el nombre masculino de algunos compatriotas costeños. No hay calles que yo recuerde con el nombre de La Pola. Al contrario de muchas ciudades de América y de Europa donde las calles llevan el nombre de personajes y de hechos contundentes de su historia, en Colombia se nombran por anodinos números que poco significan. Pocas lo llevan como la Caracas en Bogotá o la Playa