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De los 80´s

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Tomado de "Los ochenta, la década del miedo" de Carlos Fajardo . “Todos matamos y nos pasábamos el cuchillo, porque matar cansa” (Asesino, en el Edificio Diners de Cali, 1984)  E n 1980 los cables de prensa informan que el poeta e inspirador de nuestros primeros amores, John Lennon, fue asesinado por Mark Chapman de veinticinco años, Reagan tomaba las riendas del país del norte haciéndonos pensar en malos augurios -que se cumplieron-; Somoza era ajusticiado en Asunción; Monseñor Romero asesinado en el Salvador; Jean Paul Sartre moría como los mayores, en su París, un día 15 de abril a los 75 años, y Pambelé, el gran “Kid”, caía a la lona derrotado en su primer asalto, y aún más, Mohammad Alí, nuestro ídolo, daba su corona a Larry Holmes para jamás volver a conquistarla. Tal vez nosotros también caímos aquel año ante tanta derrota y sentimos que la década no iba acorde a nuestras dichas.  Lennon en una portada de Rolling Stone  Muchos escribíamos ya por

Celebración en el Sotareño de la lectura de poesía de Carlos Fajardo en Popayán

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Felipe García, que alguna vez dijo que sería el editor del libro de La Rueda con Carlos Fajardo Aparecen entre otros en El Sotareño al lado de varias polas, Felipe García, Cristóbal Gnecco, Rafael Albán, Richi Muñoz, la mona Vicky y Carlos Fajardo. E l Sotareño y su dueño Agustín siempre han sido el refugio de los universitarios en Popayán. Su ambiente bohemio, la música que proviene de viejos y cuidados vinilos, el ambiente de camaradería y la comprensión de viejo cantinero de su dueño, son los ingredientes para una noche de bohemia o de encuentros inesperados como éste, de miembros de La Rueda celebrando la poesía del inagotable Carlos Fajardo .  En el sector histórico de Popayán, el lugar de Agustín Sarrias es una referencia clásica de la ciudad universitaria. Pueden acompañarse los tragos con tangos de arrabal, música de caribe, viejos boleros y aun baladas setenteras y las primeras canciones de Serrat. Fotografías y recuerdos penden de sus paredes y aunque e

Reseña del libro "Navíos de Caronte" de Carlos Fajardo

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“Navíos de Caronte”. Poesía. Carlos Fajardo Fajardo. Común Presencia Editores, Bogotá, 2009. Felipe García Quintero fgq1973@hotmail.com Periódico El Liberal. Popayán, Colombia http://www.elliberal.com.co/index.php/noticias/lo-nuestro/navios-de-caronte.-poesia.html D urante la década de los ochenta, la actividad literaria en Popayán estuvo liderada por el grupo “La Rueda”. A ese grupo de entusiastas universitarios debemos la publicación de 7 entregas de la revista homónima, cuya memoria impresa hoy día se constituye en el legado literario de una época de cambio, recordemos, signada por la transformación forzada a que tuvo lugar la ciudad luego del sismo del 31 de marzo de 1983. El estatuto literario que regía por entonces se ve cuestionado cuando uno vuelve a los artículos, poemas y relatos publicados tanto en la revista como en una página de El Liberal, bajo la coordinación de Germán Mendoza, que por igual divulgaba las nuevas letras locales. Lo anterior, a su vez, encontró

Jaime Cárdenas publica "El arca de Noé y otras fábulas"

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J aime Cárdenas está muy activo en la escritura. Ha publicado El arca de Noé y otras fábulas en Ediciones Expreso sur oriente. Son cuarenta y seis fábulas que refrescan este género literario y que sorprenden por su actualidad. Algunos títulos: El ingeniero venado, El cordero y el burro ciego, El tigre ecologista, El taita y el yage. Transcribo una de ellas: La reina de las aves "Por siempre, la corona de la belleza la habian ganado las gallinas. Cada año una rozagante y pechugona gallina era elegida reina de las aves. Pero los tiempos cambian y en esta oportunidad el título le correspondió a una joven y espigada garza. Las gallinas no se dieron por vencidas: su estrategia los aeróbicos, el maíz light , la liposucción y otras técnicas no menos audaces y eficaces. Recuperaron el cetro y la corona pero perdieron en competitividad y mercadeo. Solo ponian medio huevo". Las chicas plásticas que esparcen montañas de dinero a los cirujanos, clínicas y an

Los avatares de la edición del libro de La Rueda

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N os hemos reunido en Popayán los editores del libro de La Rueda. Después de indecisiones parece que el libro va por buen camino. Sin embargo en los primeros días de julio, Gonzalo y yo estuvimos inquietos por la frase en un correo electrónico del editor principal Felipe García: "El libro va y no va". Parece que asi va todo: la situacíon nacional bajo Uribe, la Universidad del Cauca bajo Danilo, Popayán bajo el ineficiente alcalde actual: Colombia va y no va. Y en ese vaivén adormecedor, bajo la modorra de los caprichos del Ubérrimo...vamos y no vamos. Bueno, pero el libro finalmente va. Asi que esperamos las pruebas para finales de Agosto.

Política cultural en Colombia

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Uno de los ejemplares de la colección popular P asando las páginas de un libro centro de mesa sobre la literatura colombiana editado por la presidencia de Colombia, con foto a primer plano del mesiánico destructor de la frágil democracia colombiana, miro con detenimiento las editoriales de los libros. Me detengo en la novela de Alba Lucía Angel, Estaba la pájara pinta... editada por el Instituto Colombiano de Cultura. Una colección donde muchos de los integrantes de La Rueda leyeron lo más nuevo de los autores del país a finales de los 70´s. Es más, gracias a esos libros muchos pudieron comprar esas colecciones populares a bajos precios y armar con orgullo sus primeras bibliotecas. Es posible que si se hurga en las bibliotecas personales, muchas guardadas con grandes celos, aparecerán no solo algun ejemplar con el buho doble en la carátula, la edición de bolsillo limpia y manejable, sino tambien los discos de difusión de la música de Bach, Mozart, inasequibles por otro medio para

Voces Intermitentes, un pequeño libro de poesía joven, preámbulo de La Rueda

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FELIPE GARCIA P or el título dado a este breve volumen de versos —34 páginas en total—, podemos comprender el gesto inicial que caracteriza a un escritor en formación: de la mano y la voz de sus amigos, abrirse paso juntos en un camino poblado de desconocidos, para así ser tenido en cuenta sin correr los riesgos de pasar solos al frente y, ante la mirada de no se sabe quién, dar la primera lección de aquello apenas aprendido. Hacer minga en poesía; es decir, publicar un primer libro de manera colectiva, es usual y hace honor, repetimos, a la amistad como también aminora en algo el temor de salir del anonimato y caer directamente en el desprestigio o el descrédito, al sabio decir de José María Serrano. Sin embargo, la responsabilidad personal no es posible de omitir y lo poco dicho hoy da mucho por decir. Y todo esto sucede cuando se trata de un género como la poesía, donde tantos incurren con brío, fascinados por la libertad del canto, y son pocos quienes continúan ese cami

Obituario Mario Rivero, uno de los poetas que se leían en La Rueda

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Winston Martínez Sabogal, El Pais, España, 19 de abril de 2009. Mario me llamo soy mordisco al aire soy un husmea-cosas soy un cuenta-cosas O brero, cantante de tangos, levantador de pesas, acróbata, faquir, gigoló, voluntario de la guerra de Corea, crítico de arte y librero fueron algunos de los oficios y experiencias por las que transitó el poeta colombiano Mario Rivero , fallecido a los 74 años el 13 de abril en Bogotá tras una crisis cardiaca. Ésa fue la existencia vivida en diversas esquinas desde 1935, cuando nació en Envigado (Antioquia), y que nutrieron e inspiraron sus versos hasta convertirlo en el gran poeta urbano. Como precursor de esta temática, sus poemas reflejan el bullicio de la ciudad, los avatares del ir y venir de la gente por las calles y las palpitaciones de la cotidianidad. Incluido dentro de la llamada generación desencantada, Rivero obtuvo dos premios Nacionales de Poesía. El poeta antioqueño desveló el aura, las preocupaciones e ilusiones q

Los lugares de La Rueda I

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Mario Delgado Noguera L a arquitectura colonial y blanca del centro de Popayán, con sus plazuelas y parques, fue el lugar de reunión del grupo de amigos de la Rueda. Preferían sus reuniones públicas al amparo del clima benévolo del Popayán de la época y del espiritu de un vino nocturno en el parque Caldas. La gran mayoría vivía por allí entre las calles con farolas donde se alquilaban un buen número de habitaciones para los estudiantes del resto de Colombia. Muchos de esos encuentros en los parques terminaban en alguna habitación precaria de estudiante o en las residencias estudiantiles Tuto González , para resquemor y protesta constantes de los vecinos burgueses del barrio Caldas. Pedrito Paz, un insigne popayanejo, funcionario perenne de la junta permanente pro Semana Santa, salía energúmeno de su casa vecina a las residencias gritando amenazas sin nombre contra los estudiantes que taladraban su descanso nocturno con vallenatos y rumbas. En esas reuniones de los parques se

De pies y manos

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Un poema de Óscar que me gusta pues escribe sobre aquella ambivalente atadura a Popayán que muchos sentimos... Portada de María Stella Perafán, 1980 De pies y manos Por Óscar Sakanamboy N o sé qué arcano escondes bajo la tibia humedad de tu silueta, no sé qué embrujo seductor posee el silencio blanco de tus muros,  entre esas callejas de olor vegetal donde un fresco excremento equino se entremezcla en un crisol de humores con el sudor del páez y el mestizo; allí donde la patria guarda el archivo de pasadas epopeyas perdidas,  donde duermen apacibles su sueño de gloria los catorce o más patriarcas que engalanaron tu historia. Por esas ventanas de madera vieja, digo..., algo de mí queda amarrado en los arreboles infinitos de la tarde, a esos seres oscuros que deambulan sin prisa rumiando su miseria de aldeanos; raza maltrecha por su eterna monomanía. ¿Qué he de amar de ti si sólo el vicio te gobierna? ¿Cómo? Si c

Un recuerdo de Hernán Bonilla: 4 de marzo de 1971

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Publico esta remembranza de Hernán Bonilla para dar claridad al ambiente estudiantil de protesta que se vivía en Popayán. Si bien la Rueda emepezó a rodar siete u ocho años después de estos sucesos de 1971, el movimiento estudiantil persistió con el ánimo de varios del grupo. 4 de marzo de 1971 HERNÁN BONILLA HERRERA "Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura para la boca del pobre que come con amargura. Caramba y zamba la cosa ¡Viva la literatura!" Violeta Parra L os enfrentamientos no cesaban desde tempranas horas. Ese 4 de marzo, aunque lunes, no podía pintar distinto a los días que le habían precedido, y que al parecer se iniciaron no el 26 de febrero con la muerte en Cali de por lo menos once estudiantes en predios de la Universidad de Valle, sino, tal vez mucho antes, en mayo del 68 en la lejana París o tal vez en un 1° de enero de 1959 con los barbudos que en Cuba derrotaron una

Los movimientos sociales de los 60's y La Rueda

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"La vida es la constante sorpresa de saber que existo." Rabindranath Tagore Mario Delgado Noguera U n documental sobre la fotógrafa Annie Leibovitz en un espacio cultural del centro de Barcelona me lleva a las alas del recuerdo, a las influencias culturales  de los años 60s  en el grupo de La Rueda. La artista hizo fotos de los íconos de la cultura y la política de esos años revolucionarios.   Mao por Andy Warhol Esos movimientos de los 60s tuvieron como protagonistas a los jóvenes y tuvieron resonancia global a pesar de que no se contaba entonces con web, ni internet y la comunicación escrita aún predominaba a pesar de la TV. La vitalidad de ese movimiento juvenil, sus gritos de rebeldía, irreverencia y los deseos de cambio anunciaban ya los despertares de la era de Acuario. Hair era entonces la cinta musical que, con la psicodelia y la música, denunciaba la tragedia de la guerra de Vietnam para los jóvenes norteamericanos. Jack Kerouac, foto de John Pal